No temas fallar. No es fallar, sino apuntar muy bajo el error. Con grandes aspiraciones, es glorioso incluso fallar.
El que en un país existan por largo tiempo una o varias pequeñas zonas bajo el Poder rojo, completamente cercadas por el régimen blanco, es un fenómeno nunca antes conocido en ningún otro país del mundo.
Ya no soy un ser humano, ¡Todo vive! ¡No existe la nada!... No lo comprende nadie más que yo, el más vil de los gusanos, que, encumbrado por el sufrimiento más inaudito, ha alcanzado la cordura a través de la locura.
No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien. Lo que eres, eso eres; y no puedes ser más grande de lo que Dios sabe que eres
Una cosa no es vulgar por el hecho de ser corriente.
Venturoso o no, el amor auténtico se oculta; el pudor es la mitad de su poesía. Un amante es un iniciado; no elevará en el arroyo el ara ni el altar. No expondrá al escándalo las embriagueces de su victoria, ni la liquidación de sus desastres. Quizá sucumba en un rincón, mas no representará gratis, ante la tribu reunida, una escena vulgar de quinto acto.
Un libro ordinario no debe contener más que un tema; pero un buen libro debe contener un germen que se vaya desarrollando por sí mismo como una planta.
Cuanto más progresan los hombres por la senda de la cultura, tanto más suelen las personas concretas, en virtud del avanzado proceso de división del trabajo, producir cantidades de bienes del orden superior bajo el supuesto tácito y, de ordinario también correcto, de que otras personas producirán por su parte las correspondientes cantidades de los bienes complementarios.
Una tumba basta para aquél a quien no bastó el mundo.
¡Todo el mar no bastó para dejar sin huella el breve trigo que dejó tu beso!
Me gustaría disculparme, retractarme y fustigarme a mí mismo públicamente hasta obtener el perdón de las personas a las que de manera involuntaria hubiese o hubiera podido ofender a través de mi personaje Torrente, un ser despreciable, mezquino, mal cristiano, mala persona, guarro, zafio y grasiento, con el que, insisto, una vez más, no comparto ninguna de sus opiniones o visiones del mundo.
Hay menos injusticia en que te roben en un bosque que en un lugar de asilo. Es más infame que te desvalijen quienes deben protegerte.
E incluso si tu enemigo sufriera como deseas, ¿Cómo te beneficiaría a ti? Si me respondes: por lo menos, me sentiría satisfecho, ¿Existe, acaso, mente más infame que esta?
Y cuando sonríe incluso me parece que este cochino mundo tiene algo de futuro
...los hombres saben mejor que las mujeres, saben recio como cochino salado, como jamón, da gusto comer un buen macho, las mujeres saben dulce como quien come flores y te dejan él estomago flojo como si no hubieses comido.
La nobleza del plebeyo consiste en no avergonzarse del nombre de su padre.
Veamos ahora el desorden, lo que las gentes sensatas llaman desorden. Es la protesta del pueblo contra el innoble orden presente, la protesta para romper las cadenas, destruir los obstáculos y marchar luchando hacia un provenir mejor. El desorden es el timbre más glorioso que la humanidad tiene en su historia.
Una muerte honrosa puede glorificar aun una vida innoble
El libertino más ramplón ha soñado alguna vez con sultanas, y todos los notarios llevan dentro de sí las ruinas de un poeta
El rey está rodeado de gentes que no piensan sino en divertirlo y en impedir que piense en sí mismo. Porque, por muy rey que sea, es desgraciado si piensa en ello.
Es difícil decidir si la incertidumbre hace al hombre más desgraciado que despreciable