Lo impulsaban a luchar el deseo de saber y el amor a la verdad, el espíritu de aventura teórica, y el anhelo de consolarse y atenuar la atmósfera de aflicción que lo cubría y la sensación de soledad que se ocultaba en lo hondo de su alma.
Pero la felicidad es inconstante, y cuando la aflicción viene después de la dicha, la vida es intolerable al hombre.
No puedo comprarlo o ¿Cómo puedo comprarlo? , son declaraciones que hacían funcionar el cerebro de mi padre rico. Lo obligaban a pensar y a buscar las respuestas. No puedo comprarlo invoca la tristeza. El desconsuelo que conduce a la desesperanza y, a menudo, a la depresión. ¿Cómo puedo comprarlo? te abre a las posibilidades, la emoción y los sueños.
El bar es un hotel de medio pelo que le cura el desconsuelo a los que no saben qué hacer con el desvelo
Siempre trato de representar la visión de un futuro optimista. Puede ser que represente uno más oscuro y tenebroso, pero solo en el caso de que se trate de un trabajo por encargo. Siempre habra tristeza y pena en el mundo pero la verdad es que no tengo ni tiempo ni ganas de mostrar eso en mis obras
Un hombre le había injuriado malamente y no tomó pena ni se movió por ello, y como un amigo suyo se maravillase mucho, díjole: A mí no me dice mal, porque lo que dice no me compete a mí ni en mí se hallará. Al revés lo hace ahora el común de la gente que más se altera cuando no merece las injurias que se les dicen.
Si hay gozo en el mundo, el hombre de puro corazón lo posee. Y si en algún lugar hay tribulación y congojas, es donde habita la mala conciencia
El verdadero amante ansía la tribulación como el rebelde anhela el perdón y el pecador la misericordia.
Debemos arrojar a los océanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aquí existió un mundo donde prevaleció el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad
Nos escondemos en la fría indiferencia al sufrimiento innecesario de otros, incluso cuando lo causamos.
Siempre es grato elevar nuestro pensamiento a los días de la infancia, esa edad de ilusiones color de rosa, en que libres de toda zozobra sobre el mañana, creemos que el mundo no se extiende más allá de nuestros juguetes y del espacio que abarcan nuestros ojos.
El amor es una palabra un pedacito de utopía es todo eso y mucho menos y mucho más, es una isla una borrasca, un lago quieto sintetizando yo diría que el amor es una alcachofa que va perdiendo sus enigmas hasta que queda una zozobra una esperanza un fantasmita
Realmente, el asesino ha sido un estúpido. Con haber preparado un cultivo de bacilos y dárselo en la sopa...Precisamente yo estaba tomando la sopa o en el café, quiero decir -agregó él-, la cuenta estaba liquidada. ¿Y vos serías capaz de hacer tal cosa, de asistir a una agonía lenta? Aunque se reía a carcajadas, sus ojos estaban serios. Me contestó: ¿A una agonía? Y a diez...Si fuera necesario.
Yo tengo clavada en mi conciencia, desde mi infancia, la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo, confundiendo su agonía con la agonía triste de las tardes invernales...
El beso del amor ahogó la voz de la razón.
Corazón aquietado como el alma en silencio; oigo apenas el ruido muy lejano del mundo como un eco remoto que se ahogó en la distancia y que traen los vientos al oído inseguro.
Los cuentos bonitos siempre hacen perder la noción del tiempo y, gracias a ellos, nos salvamos del agobio de lo práctico El Cuarto de Atrás.
Escribir sobre la melancolía solo tendría sentido para aquellos a quienes la melancolía satura o si el escrito viniera de la melancolía. Trato de hablarles de un agobio de tristeza, de un dolor intransmisible que nos absorbe a veces, y a menudo, perdurablemente, al punto de hacernos perder el gusto por toda palabra, por todo acto, el gusto mismo por la vida.
Amor es sacrificio, no egoísmo; quien busca en el amor su propia complacencia va tras lo que ansía loca e irracionalmente: es egoísta.
El avaro, por ansia de su tesoro, se priva de él.
Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza.
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura, porque ésa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
No era una inquietud política, sino la de un hombre cuyo único entretenimiento en la vida es discutir todas las noches durante horas con sus hijas y sus invitados sobre política y sobre la existencia o no de Dios y que teme perder su lugar a la cabecera de la mesa.
En Pichilemu esto se hace mucho tiempo, es justamente a raíz de eso, de la inquietud de la misma gente que estamos proponiendo que estas playas sean legales.
La poesía es el sentimiento que le sobra al corazón y te sale por la mano.
El sentimiento debe ser sólo el servidor de la evidencia, y abandonado a sí mismo, puede ser igualmente el servidor de la locura.
Hay que seguir adelante, vencer el cansancio, el miedo y el deseo. La fatiga disfraza sus intenciones. La fatiga es sueño, curiosidad y desgano en los caminantes. Abre bien los ojos, hijo, y sigue al pájaro Pujuy. El no se equivoca. Su destino es como el nuestro: caminar para que otros no se pierdan.
Los problemas no sólo desaparecen cuando uno los soluciona, sino cuando aparece otro mayor. A uno le deja de doler la cabeza, si le duele la muela. Ahora, esperemos que nos deje de doler la cabeza, sin que nos duela la muela.
Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento