Más que por la A de amor estoy por la A de asma, y me ahogo de tu no aire, ábreme alta mía única anclada ahí, no es bueno el avión de palo en el que yaces con vidrio y todo en esas tablas precipicias, adentro de las que ya no estás, tu esbeltez ya no está, tus grandes pies hermosos, tu espinazo de yegua de Faraón, y es tan difícil este resuello, tú me entiendes: asma es amor.
Yo fui un niño con asma inducido a creer que no conseguiría gran cosa en la vida.
Escribir sobre la melancolía solo tendría sentido para aquellos a quienes la melancolía satura o si el escrito viniera de la melancolía. Trato de hablarles de un agobio de tristeza, de un dolor intransmisible que nos absorbe a veces, y a menudo, perdurablemente, al punto de hacernos perder el gusto por toda palabra, por todo acto, el gusto mismo por la vida.
Los cuentos bonitos siempre hacen perder la noción del tiempo y, gracias a ellos, nos salvamos del agobio de lo práctico El Cuarto de Atrás.
Las razas en la América Latina tendrán un rol sumamente importante en el movimiento revolucionario que, encabezado por el proletariado, llegará a constituir en toda la América Latina, el gobierno obrero y campesino, cooperando con el proletariado ruso en la obra de emancipación del proletariado de la opresión burguesa mundial.
Yo rechazo la mentira porque sé que la ignorancia ha sido la gran aliada de la opresión a lo largo de la historia.
Pero estas reflexiones rara vez ocuparon mi mente; me abandonaba al paso de las horas y, si alguna vez me embargaban pensamientos desagradables, los desechaba rápidamente. Cuando admiraba el verde recinto en que me hallaba prisionero, me inclinaba a pensar que estaba en un valle de ensueños y que más allá de las montañas sólo había un mundo de ansiedad y preocupaciones.
Un caballero es tolerante y libre, un hombre común está lleno de ansiedad y temor.
Brevísima y llena de congoja es, en cambio, la vida de los que olvidan el pasado, no se cuidan del presente y temen el porvenir
Se les dice a los cristianos, no solamente que no se depriman ante sus sufrimientos sino que se alegren. Más aún, que se alegren no sólo porque la aflicción sea una disciplina que conduce a un bien futuro, sino porque es un privilegio presente, el privilegio de ser hechos semejantes a Cristo (1829, Sermones no publicados, Vol II, 26, p.197).
El amor y la aflicción con facilidad ciegan los ojos del entendimiento.
Del desordenado amor y vano temor nace todo el desasosiego del corazón y toda distracción de los sentidos
Busco un fin de semana desasosiego busco evadirme que coño busco ciego
Sería cuestión de preguntarse qué es lo que le causa un mayor daño al alma de la humanidad: si la codicia enceguecedora o el apuro devastador.
Debemos aprovechar la lección de Inglaterra y hacer que nuestra democracia funcione. Necesitamos que funcione bien ahora. Cualquier sistema de gobierno funciona cuando todo va bien. Pero es el sistema que funciona en los momentos de apuro es el que sobrevive
El periodismo es un borrador de la literatura...Y la literatura es el periodismo sin el apremio del cierre.
Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad te parecen imposibles.
La dificultad es una excusa que la historia nunca acepta.
En lo que a mí concierne escribo: lo único que es real es la conjunción del orden y del desorden, y digo que el problema de todo conocimiento moderno es concebir esta conjunción.
El problema es que si un artista sabe que es un genio no trabaja. La única solución es trabajar como un trabajador y no tener delirios de grandeza
El periodismo es un borrador de la literatura...Y la literatura es el periodismo sin el apremio del cierre.
Quien primero planteó la necesidad de superar la Guerra Civil y la reconciliación de los españoles fue el PCE
La defensa de la libertad tiene que ser dogmática, sin concesión alguna al oportunismo, aún cuando no sea posible demostrar que, al margen de los efectos positivos, su infracción pueda comportar algunas consecuencias perjudiciales. La libertad sólo puede prevalecer si se acepta como principio general cuya aplicación a casos particulares no tiene necesidad de justificarse.