Aspiro a ser alguien que escribe siempre por primera vez, aunque sean tenues sombras de un pasado remoto. Mi presente no es lo que media entre el ayer y el hoy, sino la fusión de ambos.
El socialismo, contrafigura del capitalismo, supo hacer su crítica, pero no ofreció el remedio, porque prescindió artificialmente de toda estimación del hombre como valor espiritual; así, en Rusia, inhumanamente, no se ha pasado aún del capitalismo de Estado, y es cada día menos probable que se llegue al comunismo