Los buenos libros realzan el carácter, depuran el gusto, despiertan repugnancia hacia los placeres groseros y nos levantan a una superior espera de pensamiento y acción
Porque la repugnancia a aceptar ideas preconcebidas y convertir la opinión de uno mismo en tesis antes que en hipótesis de trabajo es precisamente lo que constituye la marca de calidad de un científico genuino y lo que constituye la naturaleza ética esencial de la actividad científica.
La fuerza motora de la crisis -sostiene- es el impulso hacia la libertad, la fuga recíproca del capital y del antitrabajo, la repulsión mutua del capital y de la humanidad. El primer momento de la revolución es puramente negativo
La materia existe sólo como atracción, repulsión: atracción y repulsión son materia.
Asegurando que el Señor ciertamente desplegará su desagrado contra la Liga o Sociedad de Naciones porque el clero -católico y protestante- que alega representar a Dios, ha abandonado el plan de él y ha apoyado a la Sociedad de Naciones, aclamándola como una expresión política del reino de Cristo en la Tierra.
El sentimiento de compasión está en la base del amor al prójimo. El sentimiento de vergüenza y desagrado está en la base de la rectitud. El sentimiento de gratitud y modestia está en la base de la corrección y los sentimientos de aprobación y desaprobación están en la base de la sabiduría.
Agradece, como un favor muy especial, ese santo aborrecimiento que sientes de ti mismo.
Cuando uno ama, todo es amor, aunque vaya unido al dolor y al aborrecimiento
Nos produce náusea la vista de personalidades triviales que se descomponen en la eternidad de lo impreso.
Un existente jamás puede justificar la existencia de otro existente. 'La Nausea
La manía de hablar siempre y sobre toda clase de asuntos es una prueba de ignorancia y de mala educación, y uno de los grandes azotes del trato humano
Todos los grandes hombres son maníacos. Están poseídos por una manía que los hace avanzar hacia una meta. Los grandes científicos, los filósofos, los líderes religiosos, todos son maníacos. ¿Qué otra cosa sino la ciega individualidad de un propósito podría dar sentido a su genio y mantenerlos en el camino de su empeño?
Si la naturaleza ha creado al hombre y a la mujer desnudos, es imposible que éstos sientan aversión entre sí o tengan vergüenza de aparecer uno ante el otro desnudos.
El origen del ultrademocratismo es la aversión individualista de la pequeña burguesía a la disciplina. Una vez introducida en el Partido, esta aversión se traduce en ideas ultrademocráticas en lo político y lo organizativo, ideas absolutamente incompatibles con las tareas de lucha del proletariado.
Qué se sigue de esto? Que uno hace bien en ponerse los guantes cuando lee el Nuevo Testamento. La cercanía de tanta suciedad casi compele a hacerlo. Así como no elegiríamos para nuestras relaciones a unos judíos polacos, tampoco elegiríamos a unos primeros cristianos: no es que sea siquiera necesario tener una objeción contra ellos... Ni unos ni otros huelen bien.
En primer lugar, debemos prender fuego a sus sinagogas o escuelas y enterrar y tapar con suciedad todo lo que no prendamos fuego... De modo que Dios vea que nosotros somos cristianos y que no aprobamos ni toleramos a sabiendas tales mentiras, maldiciones y blasfemias a Su Hijo y a sus cristianos
Sigue tus deseos mientras vivas y no hagas más de lo que es debido; no disminuyas el tiempo de seguir tus deseos, ya que desperdiciar el tiempo es una abominación para el espíritu... Cuando ganes riquezas, sigue tus deseos, ya que la riqueza no es ganancia si uno está inactivo.
La posesión, sólo por sí, es algo vulgar, y los medios de que los apasionados se suelen servir la mayor parte de las veces para eso son bastante bajos; no tienen escrúpulo en emplear para sus fines dinero, fuerza, influencias de otros, y hasta narcóticos.
Mucha buena gente que sería incapaz de robarnos el dinero, nos roba sin escrúpulo alguno el tiempo que necesitamos para ganarlo.
Él me miró durante tanto tiempo y con tal fijeza, que me hizo experimentar deseos de abofetearle o de echarme a reír en sus propias narices. Comenzaba a sentirme a disgusto en aquel agradable círculo familiar. Tan ingrato ambiente neutralizaba el confortable calor que físicamente me rodeaba, y resolví no volver en mi vida.
La peor verdad sólo cuesta un gran disgusto. La mejor mentira cuesta muchos disgusto pequeños y al final, un disgusto grande.
Sigue tus deseos mientras vivas y no hagas más de lo que es debido; no disminuyas el tiempo de seguir tus deseos, ya que desperdiciar el tiempo es una abominación para el espíritu... Cuando ganes riquezas, sigue tus deseos, ya que la riqueza no es ganancia si uno está inactivo.