Toda mirada era un festejo de sol, de estar de abismo iluminado.
Luis Juez cumplió 44 años. Lo festejó junto a su hermano mellizo, aunque por las sospechas de fraude, sin demasiado entusiasmo y confesó: Tuvimos que usar un matafuego porque ya no teníamos aire ni para apagar las velitas
Es el cínico el que bajo la pretensión de decir la verdad en todas partes y en todos los tiempos y a todo hombre de igual manera, el que hace gala de la verdad como de una imagen muerta, de un ídolo. Dándose la aureola de fanático de la verdad, que no puede tener consideración de la debilidad humana, destruye la verdad viva entre los hombres.
El eterno rival hará gala de su institución, de su nombre, de su historia, y luchará hasta el final, porque siempre ha sido así, y ha conseguido hacer de eso un gran virtud
En su consternación, oficiales austríacos, llenos de desesperación y de rabia, van al encuentro de la muerte, no sin vender cara su vida; algunos, en el exceso de su pena, se suicidan, no queriendo sobrevivir a esta fatal derrota; los más no se reincorporarán al respectivo regimiento sino cubiertos de la sangre de sus heridas o de la del enemigo. Rindamos a su bravura el homenaje que merece.
Yo me siento muy feliz y satisfecho con el homenaje del pueblo. Porque es mi pueblo. Es el pueblo que sufre y ríe conmigo, y que me aplaude. El pueblo que ha formado el pedestal de mi prestigio y mi gloria.
De la celebración dominical surgen los motivos de alegría y esperanza, que dan nuevo sabor a la vida de cada día y constituyen un antídoto vital contra la posible tentación del aburrimiento, la falta de sentido y la desesperación
No queremos poner en peligro la misión mediante la celebración de acuerdos que puedan entrar en conflicto con la misma
No se tiene aún noticia de ciudadano alguno que no fuese a votar (Plebiscito del 26, 27 y 28 de marzo de 1835 en Buenos Aires por el cual la ciudadanía se pronunció en concederle la Suma del Poder Público a Rosas) Debo decirlo en obsequio de la verdad histórica, nunca hubo un gobierno más popular y deseado ni más sostenido por la opinión... que el de Don Juan Manuel de Rosas.
Lo que no tenemos lo encontramos en un amigo. Creo en este obsequio y lo cultivo desde la infancia. No soy en ello diferente a la mayor parte de los seres humanos. La amistades la gran liga inicial entre el hogar y el mundo. El hogar, feliz o infeliz, es el aula de nuestra sabiduría original pero la amistad es su prueba.
Cuando la gente que amas se ha ido, te quedas solo Extraño ser parte de sus vidas y que ellas sean parte de la mía. Me pregunto cómo sería el presente si ellas estuvieran aquí, qué habríamos hecho juntos. Extraño todas las cosas grandiosas que nunca ocurrirán.
Con Allende está lo bueno del pasado, lo mejor del presente y todo el futuro
El sueño permite, sostiene, retiene y saca a luz una extrema fineza de sentimientos morales, a veces incluso metafísicos, el sentido más sutil de las relaciones humanas, de las diferencias refinadas, un sabor de alta civilización, en resumen, una lógica consciente, articulada con una delicadeza inaudita que sólo un vigilante trabajo podría conseguir.
Constituye una fineza el que Dios aprendiese griego cuando quiso hacerse escritor — y el que no lo aprendiese mejor.
Es humillante la corona adquirida por el hecho de haber nacido; al lograr el honor en virtud del propio esfuerzo, introducimos en nuestra existencia la lógica, la unidad indispensable a los bellos destinos.
Eres tú mi maestro, eres mi autor: eres tú solo aquel, de quien yo hurto el bello estilo, que me ha dado honor
No era ficción de tiempos remotos: una piedra de azul celeste, al fondo del barranco sin sol, muestra aún claramente las pisadas que los pequeños elfos, en la escena pulida dejaron, al danzar con brillante cortejo (... ).
Al frente de la pequeña columna iba un SS que, como buen alemán, amaba a los niños, incluso cuando estaba a punto de verlos en camino hacia el otro mundo. Sentía especial aprecio por un muchacho de doce años, violinista, que llevaba su instrumento bajo el brazo. El SS le dijo que se pusiera en cabeza del cortejo y tocara, y así iniciaron la marcha.