Siempre ha sido un misterio para mí cómo puede haber hombres que se sientan honrados con la humillación de sus semejantes.
Quien vive entre los deleites y los vicios ha de expiarlos luego con la humillación y la miseria.
Para las élites dominadoras, esta rebeldía que las amenaza tiene solución en una mayor dominación en la represión hecha, incluso, en nombre de la libertad y del establecimiento del orden y de la paz social. Paz social que, en el fondo, no es otra sino la paz privada de los dominadores.
La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada
Todo saber analítico está, pues, invenciblemente ligado a una práctica, a esta estrangulación de la relación entre dos individuos, en la que uno escucha el lenguaje del otro, liberando así su deseo del objeto que ha perdido (haciéndole entender que lo ha perdido) y liberándolo de la vecindad siempre repetida de la muerte (haciéndole entender que un día morirá).