No es un culto, sino una victoria de la razón sobre el mito. No es un movimiento de los sentidos, sino un ejercicio del espíritu. No es el exceso del placer sino el placer del exceso. No es una licencia sino una regla. Y es una moral.
El sufrimiento ayuda a ponerse en movimiento, la necesidad es la motivación por excelencia. La comodidad, en cambio, puede ser un arma peligrosa, de doble filo. El exceso de comodidad nos achancha, nos pone lentos y perezosos.
Lo que hago, es lo que me pide el cuerpo: nada más. Yo estaba aquí, esto era un atropello y me negué a permitirlo. Los responsables han convalidado que tengo la razón, los bien intencionados, los que fueron herramientas menos comprometidas.
El reclutamiento de cada granuja errante... para llevar fuego y espada y ultraje y todo atropello concebible entre los súbditos más pacíficos del rey de Francia. Las narraciones de las crueldades y abominaciones de esta cruzada son mucho más terribles de leer que cualquier narración del martirio de los cristianos a manos de los paganos.
...ninguna injusticia puede convertirse en norma de juicio por la que se guien los jueces posteriores.
Perdonando demasiado al que yerra se comete injusticia con el que no yerra.
Sea lo que sea que puedas o sueñes que puedas, comiénzalo. El atrevimiento posee genio, poder y magia. Comiénzalo ahora.
La tontería protege de la vergüenza, igual que el atrevimiento de la pobreza.
Aquellos corazones que anteriormente latían con osadía por la alabanza, ahora sienten que hasta han perdido el pulso.
Pero la guerra no constituye un pasatiempo, ni una simple pasión por la osadía y el triunfo, ni el fruto de un entusiasmo sin límites; es un medio serio para alcanzar un fin serio. Todo el encanto del azar que exhibe, todos los estremecimientos de pasión, valor, imaginación y entusiasmo que acumula, son tan sólo propiedades particulares de ese medio.
Detrás de la insolencia viene el insulto; más con los modosos está la sabiduría.
La insolencia sólo disputas proporciona; con los que admiten consejos está la sabiduría.
El despotismo no es un sistema de gobierno, porque es la degeneración de todos los sistemas.
El despotismo es la tumba de la libertad.
Cuando cometo alguna tropelía siempre encuentro algún idiota dispuesto a justificarlo en Derecho.
Aprendí una cosa muy importante para hablar, que es la expansión física y mental, poner la fuerza en los hombros y no la opresión en el pecho
Natasha se acerca a la ventana y la abre desde el patio para que entre más aire en mi habitación. Puedo ver la brillante franja de césped verde que se extiende tras el muro, arriba el cielo claro y azul y el sol que brilla en todas partes. La vida es hermosa. Que las futuras generaciones la libren de todo mal, opresión y violencia y la disfruten plenamente.
El ALCA es un atropello a la soberanía; es un proyecto colonial, imperialista
El reclutamiento de cada granuja errante... para llevar fuego y espada y ultraje y todo atropello concebible entre los súbditos más pacíficos del rey de Francia. Las narraciones de las crueldades y abominaciones de esta cruzada son mucho más terribles de leer que cualquier narración del martirio de los cristianos a manos de los paganos.
Yo quiero criticar y ser criticado. La fe, sin embargo, constituye una actitud básica marcada por la ausencia de crítica frente a la voluntad divina y exige mi sumisión frente a su sentido inescrutable. Representa una forma de violación espiritual. He de poseer el derecho de oponerme a ello. O interpreto ese derecho como deber.
Todo dominio injusto, toda violencia, todo acto de egoísmo ejercido en daño de un pueblo, es violación de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad de los pueblos. Todos los pueblos deben prestarse ayuda para que desaparezca.
Pedir prestado no es mucho mejor que mendigar, así como el prestar con usura no es gran cosa menos que robar.
El Estado Democrático debe aplicarse a servir a la mayoría y procurar a todos la igualdad delante de la ley, debe al mismo tiempo protegerse contra el egoísmo y proteger al individuo contra la arbitrariedad del Estado
Sobre todo examinen lo habitual. No acepten sin discusión las costumbres heredadas. Ante los hechos cotidianos, por favor, no digan: 'Es natural'. En una época de confusión organizada, de desorden decretado, de arbitrariedad planificada y de humanidad deshumanizada... Nunca digan: 'Es natural', para que todo pueda ser cambiado.
Como nuestra civilización burguesa se basa en la explotación de las razas inferiores y de los paises atrasados industrialmente, el primer beneficio de la revolución será amenazar esta civilización, permitir que se emancipen las llamadas -razas inferiores-. Pero ese gran beneficio se manifestara en una disminución considerable de las entradas de víveres hacia las grandes ciudades de Occidente
Liberado de los dioses celestes y terrestres, así como de todas sus prescripciones morales y sociales, el hombre alza la voz y se opone en actos contra la explotación del hombre por el hombre y la recuperación de su naturaleza, la cual queda invariablemente atada la marcha hacia adelante, hacia la plenitud y la perfección.
No preocuparse en absoluto de lo que la gente opina de uno mismo, no sólo es arrogancia, sino también desvergüenza
La insolencia es el escudo de la desvergüenza y la fortaleza de la cobardía
El poder no es como el dinero, que cuanto más tiene uno es más rico, sino como el manjar que la falta y la demasía enflaquecen al que come, pues está claro, si la gente se irrita con las demasía, el que gobierna no puede resistir a tantos.
El mundo ha honrado en demasía a los críticos, y los ha tomado por hombres de mucho mayor empaque del que realmente tienen.
¿Para qué quiere usted vernos? Nosotros no sabemos absolutamente nada con respecto a lo ocurrido. Bueno, es que me imagino que su visita a esta casa se halla relacionada con el crimen cometido en nuestra barriada... ¿O es que desean comprobar si nos hallamos al corriente en cuanto al pago de la licencia del televisor?
La noche anterior, el cuarto había sido tan irreal como un escenario: un espacio de luz y sombras, colores y aromas de un fulgor inverosímil, en el cual nos habían otorgado la licencia de no ser nosotras mismas, o de ser algo más que nosotras mismas, como los actores.