Lo que nos hace llamar con el nombre de juicio final al juicio universal, es sólo nuestra concepción del tiempo; en realidad se trata de un juicio sumario
Todo curiosamente se va ajustando, serenando. Las incógnitas sombrías que se alzaron al comienzo del viaje se han ido despejando hasta llegar al escueto panorama presente.
El hombre prudente es parco en el hablar pero activo en el obrar.
Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes, palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la acera, palabras de una sílaba como las que usan los niños cuando entran en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de lana blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un grito.
El pasado es una colección interminable de horrores que sólo merece el más completo de los olvidos; el futuro, una incógnita poco confiable que es preciso asegurar; el presente, el campo de batalla donde hay que garantizarse la vejez.
Es preciso hacerse querer, porque los hombres no son justos sino con aquellos a quienes aman.
Ningún otro libro antiguo cuenta con semejante testimonio, temprano y cuantioso, en apoyo de su texto, y ningún erudito imparcial negaría que el texto nos ha llegado sustancialmente exacto
A veces la belleza de una abuela determina la muerte de sus nietos o la ruina de sus descendientes. Una mentira pesa durante generaciones y sus consecuencias son imprevistas e infinitas. Enfrentarse al reflejo del pasado produce el exacto pasado y buscar el origen de la derrota produce la antigua derrota.
El castigo más justo es aquel que uno mismo se impone.
En la otra puerta, el nacimiento de la flor, el nuevo espacio entre canteros lidiar con restos de la noche allá en la noche, en el deseo de derrumbe el aire entero de la costa es un ovillo tironeado de ser cuerpo justo en la cúspide del pasto verdecido.
Nunca podrás tenerme sin abrir tu deseo sobre la desnudez que sella lo inefable, ni encontrarás mis labios mientras algo concreto enraíce tu amor.
Si hay una pared de concreto frente a ti, tienes que atravesar esa pared. No puedes rendirte. Y tienes que amar lo que estás haciendo o nunca serás bueno en ello
Esa palabra, la del matrimonio y la de los hijos no están en mi lenguaje. Estoy concentrado en mi carrera. Lo que sucede es que en el amor tal vez pido más de lo que puedo dar. De hecho, cuando estoy enamorado disfruto mi soledad.
La solución al poder concentrado es otorgarle menos poder al gobierno, no más.
Al negro le corto el cuello. Me cago en la puta madre que parió al negro. Ya estoy harto de aguantar. Cuando no veo actitud me cargo a mi padre.
La idea tiene corto alcance, se gasta. En cambio, dos manzanas de Cézanne o un retrato de Rembrandt, como idea, son nada. Sin embargo, tienen algo más profundo que los hace trascendentes y permanentes.