Ni siquiera se puede llegar al fondo de las cosas. Y le puedo dar las vueltas que quiera, no se puede vivir hasta el fondo, en su totalidad, porque esta vida es invivible y al parecer nosotros sólo rozamos su superficie, apenas su espuma
Sí, mis queridas madres, sabemos que por mucho que hagáis siempre hay más que hacer. Es verdad que vuestra tarea nunca se acaba. ¿De quién será, me pregunto? ¿Quién descansa el séptimo día, no siendo Dios? ¿Quién contempla su obra, cuando está terminada, y la halla buena? al parecer el único que lo hace es el Creador.