Creo que se ha exagerado la importancia del ordenador en la educación. Yo preferiría que los chicos hicieran trabajos prácticos en laboratorios y que aprendieran manualidades: carpintería, electricidad, plomería. Se ha descuidado la experimentación. Lo que pasa es que el ordenador es mucho más barato, una especie de niñera electrónica.
Y tú, como piloto descuidado, que en medio del mar Jonio mal seguro, cuando más lo alborota el Austro airado en el cielo poniendo un velo obscuro, reposa y el timón deja olvidado, sin prevenir remedio al mal futuro ¿Tan descuidado duermes, olvidando las armas que te están amenazando?
El escepticismo, como la castidad, no debe ser abandonado con demasiada facilidad.
En algún lugar bajo la lluvia, siempre habrá un perro abandonado que me impedirá ser feliz.
Porque no saber nada no es nada, no querer saber nada tampoco, pero lo que es no poder saber nada, saber que no se puede saber nada, este es el estado de la perfecta paz en el alma del negligente pesquisidor.
Nos resulta bastante molesto tener que dialogar de una manera agresiva con el público. Invisible y creo que gran parte del público necesita cortar con el diálogo provocativo, negligente y chanta. Por eso no vamos a tocar ni nada pesado ni nada liviano. Vamos a tocar lo que queremos, y ustedes van a escuchar lo que vinieron a escuchar en este concierto. Vamos a tocar Suspensión.
Para el desidioso todos los días son festivos
Puedo hacerlo sucio como Harry el o puedo ser sutil como Miguel Ángel
Prosiga usted indicó el eminente médico, sin dejar de balancear una pierna ni quitarle ojo a aquel hombre que tenía ante su mesa, y el cual deseaba informarse si, desde el punto de vista clínico, existía alguna probabilidad de salvarse de la horca, por el feo y sucio delito de haberse devorado impunemente a un rollizo niño de pecho.
La luz ligera que envuelve las imágenes de los dioses ha prefigurado la luz impasible de la inteligencia.
Un alemán seguro de sí mismo es el peor de todos, el más impasible y el más repugnante, porque imagina que conoce la verdad por medio de una rama de la ciencia que es una pura invención suya, aunque el la percibe como una verdad absoluta
Hay dos formas de inconformismo: la una activa, y la otra indolente y plañidera
El indio a quien se le cree indolente y perezoso, es activo, capaz de los trabajos mas duros. Sus brazos son los que rompen las montañas y pulverizan peñas para que saquen el oro y la plata que exporta el comercio; sus manos son las que han hecho esos millones que suponen cantidad de trabajo.
El amor, a quien pintan ciego, es vidente y perspicaz porque el amante ve cosas que el indiferente no ve y por eso ama.
Ya me es indiferente en qué lenguaje, no seré comprendida por el hombre.
Sabemos de dónde venimos: los recuerdos del mundo exterior pueblan nuestros sueños y nuestra vigilia, nos damos cuenta con estupor de que no hemos olvidado nada, cada recuerdo evocado surge ante nosotros dolorosamente nítido. Pero a dónde vamos no lo sabemos.
El año 2002 será el principio de la era del amor. Todo ser se amará sin concuspicencia. El hombre esto lo habrá olvidado y la mujer conocerá su deber. Almas nuevas llegarán a poblar la Tierra. Todas serán superiores trayendo la Quinta Dimensión. Se hablará mentalmente y se vivirá en Cristo Dios
Allí conocí a mi mujer, Shirley [en la escuela de arte]. En esa época, finales de los cincuenta y principios de los sesenta, eran centros fascinantes en los que caímos todos los que no queríamos ser como los demás. Había gente muy interesante, de todas las clases sociales, y el ambiente era bohemio e increíblemente creativo.
Todo lo que hace la gente es tan...No sé...No erróneo, ni siquiera malo, ni estúpido necesariamente. Pero sí tan pequeño y sin sentido y...Que inspira tristeza. Y lo peor es que si se vuelve bohemio o algo chiflado, está siendo conformista como todos los demás, sólo que de un modo diferente.
El bizkaíno es laborioso (Vez labradas las montañas hasta la cumbre); el Español, perezoso y vago (contemplar sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de vegetación). El Bizkaíno es emprendedor (...); el español nada emprende, a nada se atreve, para nada vale.
Si no apareces en todo el día, todos piensan que estás perezoso o muerto.
He encontrado el eslabón perdido entre los simios superiores y el hombre civilizado: nosotros.
El escritor, muchas veces, es como un caballo de carreras que ha perdido su jinete y ya no sabe por qué está corriendo ni dónde está la meta y, sin embargo, se le exige seguir corriendo aunque no sepa ni hacia dónde ni por qué razón.
Un despreocupado paseo o una borrachera accidental en tierra bastan para desvelarle los secretos de todo un continente, y con frecuencia descubre que el secreto no vale la pena.
El pobre todavía anda desamparado por el mundo. Busca la justicia, vota a las izquierdas, a las derechas, y no sabe dónde ponerse. En definitiva, vota a los políticos y en los políticos ya no se puede creer. Y eso revuelve las tripas de los pobres.
Qué desamparado se siente uno cuando tiene una taza llena de café en la mano y comienza a estornudar.
Cuando tenía algún problema solía decir filosóficamente: Esperemos que la madeja se desenrede sola