Una de las ventajas de ser desordenado es que uno está continuamente haciendo nuevos y excitantes descubrimientos.
La codicia del general es insaciable. Es un librepensador que persigue la hermosura y al misterio. Sería capaz de tomar una medida persecutoria contra el diccionario, y provocaría una catástrofe. El hombre se perdería en un idioma desordenado y el mundo caería convertido en cenizas.
Uno puede ser llamado en cualquier momento a librar una dura batalla; si se muere habiendo descuidado su pulcritud, se da muestra de una relajación general de las buenas costumbres y uno se expone al desprecio y al descuido del adversario. Esta es la razón por la cual los viejos y jóvenes Samuráis han aportado siempre un gran cuidado en su presentación.
Te dicen descuidado por que están acostumbrados a los jardines, no a la selva.
Lejos de que la ausencia de dios autorice toda licencia, al contrario, el que el hombre esté abandonado sobre la tierra es la razón de que sus actos sean compromisos definitivos
Yo mismo me transformé en un autogenio. Tenía un bajón con el tango, lo había abandonado por completo y en cambio, era compositor de sinfonías, de oberturas, de conciertos para piano, música de cámara, sonatas. Vomitaba un millón de notas por segundo.
...los hombres saben mejor que las mujeres, saben recio como cochino salado, como jamón, da gusto comer un buen macho, las mujeres saben dulce como quien come flores y te dejan él estomago flojo como si no hubieses comido.
Aquí tienen diez yuanes; por favor, déjenme entrar en la asociación - implora el shenshi malvado de poca monta. -¡Maldita la falta que nos hace tu cochino dinero!- le replican los campesinos.
Para el puerco todo es porquería.
La guerra no arregla nada... ganar una guerra es tan desastroso como perderla.
El desastroso historial de fracasos que ha tenido en África el mundo desarrollado horroriza y avergüenza a nuestra civilización.