El colegio donde me mandaron es un gran rollo mío, allí me enseñaron mucho, pero al mismo tiempo aprendí que la sociedad quiere que seas una marioneta: cuanto más famoso y mejor es el colegio, más marioneta vas a salir o, si no, más loco. Yo salí loco.
Mi Facebook está bautizado como el Rincón Positivo. Ahí estáis todos invitados porque es un lugar de buen rollo y buena vibra
A mi madre huyen las tempestades de mi mente cuando los dedos de su mano fría, se hunden, temblando, en la melena mía...
La vejez tiene un gran sentido de sosiego y libertad. Una vez que las pasiones han abandonado su presa, se ve uno libre, no de un amo, sino de muchos.
Los campesinos desconfían del hombre de la ciudad. Vestido como un europeo, hablando su lengua, trabajando con él, viviendo a veces en su barrio es considerado por los campesinos como un tránsfuga que ha abandonado todo lo que constituye el patrimonio nacional.
Uno puede ser llamado en cualquier momento a librar una dura batalla; si se muere habiendo descuidado su pulcritud, se da muestra de una relajación general de las buenas costumbres y uno se expone al desprecio y al descuido del adversario. Esta es la razón por la cual los viejos y jóvenes Samuráis han aportado siempre un gran cuidado en su presentación.
Decían que la atención de un vigilante disminuía cuando estaba demasiado tiempo de servicio en el mismo lugar; su percepción de los sucesos del entorno se embotaba: se volvía perezoso, descuidado y, por lo tanto, inservible para sus tareas...
Para el desidioso todos los días son festivos
Los tres caballeros buscaron por los alrededores leña seca y ramas desgajadas por la tempestad, y pronto una hermosa hoguera ardió en la caverna. Los mantos húmedos fueron extendidos para que se secaran, se entró a los caballos y a la mula y se los desensilló, y hasta Fújur, que normalmente prefería pasar la noche a la intemperie, se hizo un ovillo en la parte de atrás de la caverna.
Tejer y destejer la manga del jersey de Penélope a lo largo de los días con un ovillo con el que juega el gato, en eso consiste en el fondo la literatura.
Según los criterios establecidos en la conversación de aquella noche, ella no poseía ninguna cualidad en un grado demasiado alto ni demasiado bajo, lo cual le llenaba de asombro y de un anhelo desesperado. El debate no tuvo ninguna conclusión, y acabó por caer en un deshilvanado chismorreo que los jóvenes mantuvieron hasta el amanecer.
Yo nunca murmuro escandalosamente. Me limito a chismorrear. El chismorreo es siempre encantador. La murmuración escandalosa es un chismorreo que la moralidad hace aburrido.