¿Sabés por qué no podían sacarme la pelota? Porque ella no se quería ir de mi lado. Otras cosas sí me sacaron, pero la pelota no.
Un buen trabajo requiere pasión. (...) no puedo autoconvencerme de que soy objetivo. No lo soy. Como un guardameta que observa la pelota acercándose a su portería, rezo mientras se desarrolla la jugada. Quiero que funcione. Pero debo tener mucho cuidado mientras observo. ¿Cómo mantener la pasión y juzgar al mismo tiempo con realismo si he logrado lo que buscaba?
Respeta mi rollo que en el tuyo no me incluyo
Sobre el Live8 No estoy seguro acerca del rollo éste del Live8. Corrígeme si estoy equivocado, pero esperan que uno de esos tíos del G8 se encuentre en un descanso rápido de 15 minutos en su reunión en Gleneagles y vea a Annie Lennox cantando Sweet Dreams y piense, 'Joder, ella podría tener algo de razón...' No va a pasar nada de esa mierda, ¿no?.
Cuando tenía algún problema solía decir filosóficamente: Esperemos que la madeja se desenrede sola
Entonces ahora con todo el lío este que ha habido con la Ley Sinde, estos internautas frikis que se dedican a meter maraña en todo estos asuntos no han sido capaces de recaudar 30.000 firmas en contra de la ley, y somos 24 millones de internautas. ¿Qué está pasando? ¿A quién representan? ¿Para quién trabajan?
¡El poder! ¡Llegar al poder! No le oculto que lo he ambicionado, pero por el camino de la revolución, con las características con que yo conducía el movimiento cuando me obligaron a tomar el de las vías comunes, tan lleno de dificultades para realizar una obra limpia, a causa de la maraña de intereses que crecen el él.
El otro día vi un lío por la calle de mucha gente por la calle, en el que había gente muy variada... Estaban los de IU, que no se pierden ni una, y estaba parece ser lo que queda del PSOE, que debe ser bastante poco porque la cosa no era muy brillante... A lo mejor darse un paseito por las calles es muy divertido, o ponerse detrás de una pancarta aunque te dé igual lo que diga.
Había sido honrado, cabal como una escalera de póquer del as al cinco, hasta que se lió con la bofia. Se convirtió en uno de ellos. Su mujer agotó la paciencia y le abandonó.
Según los criterios establecidos en la conversación de aquella noche, ella no poseía ninguna cualidad en un grado demasiado alto ni demasiado bajo, lo cual le llenaba de asombro y de un anhelo desesperado. El debate no tuvo ninguna conclusión, y acabó por caer en un deshilvanado chismorreo que los jóvenes mantuvieron hasta el amanecer.
Yo nunca murmuro escandalosamente. Me limito a chismorrear. El chismorreo es siempre encantador. La murmuración escandalosa es un chismorreo que la moralidad hace aburrido.