Portugal nació a la sombra de la Iglesia y de la religión católica, fue desde el elemento de formación temprano del alma de la nación y el rasgo dominante del carácter de los portugueses
Algunos críticos y algunas escuelas de pensamiento dicen que el jazz es libertad de expresión y todo ese tipo de cosas, pero en realidad sus ideas son muy tendenciosas, porque creen que una personalidad debería estar limitada a su principal rasgo de identidad
Ver en acción a un carácter como ése -se decía-, a una pequeña pero auténtica y apasionada fuerza, es una de las más sabrosas delicias de la naturaleza, mejor que la más bella obra de arte, mejor que un bajorrelieve helénico, mejor que un cuadro de Ticiano, mejor que una catedral gótica.
La vida es una extraña mezcla de azar, destino y carácter
Los esfuerzos de todos los profesionales de la prensa van dirigidos a utilizar todos los medios técnicos y organizativos a su alcance para construir una reproducción que tome un cariz de verdad para el público, pero sin que por ello queden en entredicho los intereses de los clientes, de la industria o de los partidos políticos
El Athletic no opera con las mismas armas que operan los demás equipos que compiten en el fútbol profesional. Pero no estoy diciendo que no opera con las mismas armas porque juega con jugadores vascos, no digo eso. No opera con las mismas armas porque tiene criterios no comerciales de desarrollo en una industria que es eminentemente comercial. Con eso hay que ser considerado, no mal intencionado. Hay tratar de no castigar, no engañar, de no mentir. Y hay que ayudar que todo esto tome el cariz que le podamos dar. No tengo ningún problema de que se deprecie el proyecto porque disminuya el aporte de los jugadores más destacados, todo lo contrario.
Las cumbres de las montañas, tocadas de un tinte púrpura, se elevaban hacia el cielo creciendo desde su base, donde estaba el valle abierto, marcado sin las líneas formales del arte y las altas ramas de los cipreses y los pinos, a veces asomando por una mansión en ruinas, cuyas columnas rotas surgían entre las ramas de un pino que parecía inclinarse sobre su caída.
Hay dos tipos de hombres dijo Ka con tono pedagógico. Los primeros, antes de enamorarse, tienen que saber cómo la mujer se come un bocadillo, cómo se peina, qué tonterías le preocupan, por qué se enfada con su padre y todas las historias y leyendas que se cuentan sobre ella. Los segundos, y yo soy de ésos, necesitan saber muy poco para poder enamorarse.
Las discusiones son de mal tono porque en la buena sociedad todo el mundo tiene exactamente la misma opinión.
La tonalidad y el lenguaje corporal determinan que la palabra Hola signifique un simple reconocimiento, una amenaza, una humillación o un agradable saludo.
Hay que aprender a enfrentar la incertidumbre puesto que vivimos una época cambiante donde los valores son ambivalentes, donde todo está ligado. Es por eso que la educación del futuro debe volver sobre las incertidumbres ligadas al conocimiento.
Todos los sentimientos son parte de la maravillosa y siempre cambiante sensación de estar vivo. Si amamos a todos los diferentes sentimientos, se convierten en otros tantos colores del arco iris de la vida.
Y cuando un hombre está muy triste, no porque tenga dolor de muelas o haya perdido dinero, sino porque alguna vez por un momento se da cuenta de cómo es todo, cómo es la vida entera y está justamente triste, entonces se parece siempre un poco a un animal; entonces tiene un aspecto de tristeza, pero es más justo y más hermoso que nunca.
Los ratones no parecían especialmente molestos por este cambio, a excepción del ratón gris de los bigotes negros, cuyo aspecto de profundo malestar llamaba la atención en seguida.
La idea de que las crisis poseen tanto un aspecto negativo como otro positivo, la expresa muy bien la palabra con la que la designan los chinos, wei-chi. La primera parte de la palabra significa cuidado, peligro. La segunda parte, sin embargo, tiene una connotación muy distinta; significa oportunidad de cambio.
Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos.
Transformado en mirar puro, seguiré devorando las proporciones del cuerpo humano, el color de los lirios, esa calle parisina en un amanecer de junio, y toda la extraordinaria, inconcebible multiplicidad de las cosas visibles.