El hombre desordenado pierde siempre un solo guante.
Del desordenado amor y vano temor nace todo el desasosiego del corazón y toda distracción de los sentidos
Un despreocupado paseo o una borrachera accidental en tierra bastan para desvelarle los secretos de todo un continente, y con frecuencia descubre que el secreto no vale la pena.
En un bostezo de horror, tuerce el estero holgazán su boca de Leviatán tornasolada de horror.
Alguien que se cree abandonado está leyendo, y le duele que la página que quiere pasar esté cortada, que ya ni siquiera ella lo necesite.
Cuando llueve en domingo mientras tú estás abandonado y no comprendes cómo vivir sin cuerpo y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo; cuando llueve en domingo y, solo, no eres más que tú, ¡no esperes ni hablar contigo mismo! Entonces el ángel es el único que sabe lo que hay encima de él, entonces el diablo es el único que sabe lo que hay debajo de él.
Estoy devanándome los sesos intentando encontrar algún medio de evitar la catástrofe, si es que está en nuestra mano, y se me ha ocurrido una idea tan poco convencional que he dejado a Halifax sin respiración...
¿Has comprendido? ¿Has perdonado? ¿Has olvidado? ¡No te confundas! Lo que pasa es que has dejado de amar.
Creo que se ha exagerado la importancia del ordenador en la educación. Yo preferiría que los chicos hicieran trabajos prácticos en laboratorios y que aprendieran manualidades: carpintería, electricidad, plomería. Se ha descuidado la experimentación. Lo que pasa es que el ordenador es mucho más barato, una especie de niñera electrónica.
Decían que la atención de un vigilante disminuía cuando estaba demasiado tiempo de servicio en el mismo lugar; su percepción de los sucesos del entorno se embotaba: se volvía perezoso, descuidado y, por lo tanto, inservible para sus tareas...
Es indudable que el ser libre puede significar libertad para morir de hambre... El vagabundo que carece de dinero y que vive precariamente gracias a una constante improvisación es ciertamente más libre que el soldado que cumple el servicio militar forzoso, dotado de seguridad y relativamente bienestar.
La filosofía del vagabundo se apoya en la no necesidad de nada y el buen talante de aceptarla sin queja alguna.
Sólo es libre aquello que existe por las necesidades de su propia naturaleza y cuyos actos se originan exclusivamente dentro de si.
Estados Unidos está muy cerca de ser lo que los socialistas utópicos del siglo XIX andaban buscando. Una sociedad en la que todos tienen libertad política, tiempo libre y dinero para expresar sus anhelos.