La botánica no es una ciencia; es el arte de desecar plantas entre hojas de papel secante y de insultarlas en griego y en latín.
Si lucho por tu libertad, si canto, no canto porque te quiero. Tampoco por enjugar tus lágrimas, sino porque te necesito felizmente libre. Porque en tu libertad, en tu felicidad, veo las mías.
Proteger el trabajo es enjugar lágrimas, consolar dolores, arrancar víctimas al vicio, al crimen y a la muerte
No todo lo que parece es, no todo lo que es parece. Pero entre el ser y el parecer hay siempre un punto de entendimiento, como si ser y parecer fuesen dos planos inclinados que convergen y se unen. Hay un declive, la posibilidad de escurrir por él, y, si así sucede, se llega al punto en que, al mismo tiempo, se contacta con el ser y el parecer.
Hemos perdido nuestro espíritu en las regiones de lo abstracto y general, al igual que los monjes lo dejan marchitar en el mundo de la oración y la contemplación
Vale más vivir y morir de una vez, que no languidecer cada día en nuestra habitación bajo el pretexto de preservarnos.
Que cada uno se contente con ser honesto, quiero decir con cumplir su deber y no fastidiar al prójimo, y entonces todas las utopías virtuosas se verán rápidamente rebasadas.
Los sabios aceptaron con reconocimiento y pasaban el resto de sus vidas en asimilar ideas de séptima mano, dormir buenas siestas y aburrir a sus alumnos, que no dejaban de bostezar, con la palabrería anémica y libresca que ellos llamaban sabiduría.
El secreto de aburrir a la gente consiste en decirlo todo.
Bajo tales tormentos sucumbió lo poco que había de bueno en mí. Infames pensamientos convirtiéronse en mis íntimos. Los más sombríos, los más malignos de todos los pensamientos eran acariciados por mi mente. La tristeza de mi humor de costumbre se acrecentó hasta hacerme aborrecer a todas las cosas y a la humanidad entera.
Debemos aborrecer los vicios, no las personas.
Por método entiendo aquellas reglas ciertas y fáciles cuya rigurosa observación impide que se suponga verdadero lo falso, y hace que sin consumirse en esfuerzos inútiles y aumentando gradualmente su ciencia el espíritu llegue al verdadero conocimiento de todas las cosas accesibles a la inteligencia humana
Tal vez todo lo demás, la cautela, la sabiduría, la cordura, la inteligencia, no valga ni un comino porque no está enardecido por la loca pasión de la juventud, ese extraño deseo que pretende salvar el mundo y al mismo tiempo consumirse a sí mismo, que quiere agarrar con las dos manos todo lo que el mundo le ofrece y que a la vez arroja a puñados todo lo que la vida le regala.
Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión que marchitarse consumido funestamente por la vida
Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión que marchitarse consumido funestamente por la vida