No existe ningún hombre que tenga el derecho de despreciar a los hombres.
Yo creo que la civilización es una buena cosa; pienso que hay que estar muy, muy sumido en la civilización para poder rechazarla y mitificar el mundo primitivo como lo hizo Paul Gauguin. Hay que estar realmente preparado para despreciar la civilización, y decir cosas como, por ejemplo, La corbata, qué tontería, qué intolerable signo de opresión!
Que cada uno se contente con ser honesto, quiero decir con cumplir su deber y no fastidiar al prójimo, y entonces todas las utopías virtuosas se verán rápidamente rebasadas.
También a un gran hombre lo puede exasperar una miserable mosca
Conocer el pasado es una forma de liberarse de él porque sólo la verdad permite asentir o repudiar con total lucidez.