Lograr que las generaciones futuras sean más felices que la nuestra, será el premio más grande a que pueda aspirarse. No habrá valor comparable al cumplimiento de esa gran misión, que consiste en preparar para la humanidad futura un mundo mejor.
En lugar de preparar sólo el intelecto y la memoria, debemos considerar también el desarrollo de la voluntad, demostrado en la iniciativa y la acción, ya que nuestra tarea principal.
Como tú ves, ningún otro bien tenemos nosotros salvo las armas y el valor. Creemos, ciertamente, que si tenemos armas, también podremos disponer del valor; en cambio, si las entregáramos, seríamos despojados además de nuestras vidas. Por tanto, no creas que los únicos bienes que tenemos os los entregaremos, sino que lucharemos con ellos incluso por vuestros bienes.
La vida no pertenece al hombre. Le sobrepasa porque ha sido recibida de Dios. Es sagrada. Ningún hombre puede disponer de ella a su antojo.
La utopía del conocimiento es atravesar con conceptos lo que no es conceptual, sin por ello acomodar esto a aquellos. Dialéctica Negativa
Un día volveré a ensillar y hablaré de aventuras extranjeras. Un día volveré sobre mis pasos y te contaré de estos años sin limitantes. Un día miraré hacia atrás y me sentiré algo más que aliviada. Contenta de que me fui cuando me fui antes de que el no cariño no puedes sacara lo mejor de mí. (Unprodigal Daughter - 2002).
Los españoles teníamos aún una conquista que lograr; que ya no cumplía a España ir surcando mares en busca de tierras desconocidas, al encuentro de razas a las que sojuzgar; que no teníamos que poner el ímpetu desbordante del genio español al servicio de las armas en la conquista de países extranjeros; pero que teníamos otra magna conquista que realizar. ¿Cuál? Conquistar a España.
Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.
Y no sé si tenemos que cruzar algún otro río; ahora bien, en cuanto al Éufrates, sabemos que es imposible cruzarlo si los enemigos lo impiden. Y es cierto que, si hay que combatir, no tenemos jinetes aliados; en cambio, la mayoría de los enemigos son jinetes y de muchísima valía; de manera que, aun venciendo, ¿A quién podríamos matar? Y si nos vencen, a nadie le será posible salvarse.
Lo peor que puede hacerse es cruzar el precipicio en dos saltos.