...la propensión habitual de la humanidad hacia lo maravilloso, y que aunque esta inclinación pueda, en ciertos intervalos, ser frenada por el saber y por sentido común, no puede radicalmente extirparse de la naturaleza humana.
El que decide un caso sin oír a la otra parte, aunque decida justamente no puede ser considerado justo.
En una sociedad basada en la explotación y la servidumbre, la naturaleza humana se degrada. Pero a medida que la servidumbre vaya desapareciendo, volveremos a posesionarnos de nuestros derechos; sentiremos la necesidad de odiar y amar aún en casos complicados
Con múltiple espejo captaba yo aun su mirada cuando su boca estaba cerrada, para que me hablaran sus ojos. Y sus ojos me hablaban, en efecto.
La vida no es sino un río de cosas que pasan y se pierden. Veo una cosa por un instante, y ya pasó; y otras y otras pasarán... Pronto me llegará la orden: -Te has embarcado; has navegado; has llegado; desembarca
¿Qué poco vale uno ya! Hasta las ratas se suben a ensuciar la azotea de los pensamientos. Esto es lo que hay de nuevo en mi vida: ratas. ya tengo ratas, piojos, pulgas, chinches, sarna. Este rincón que tengo para vivir será muy pronto un parque zoológico, o mejor dicho, una casa de fieras...
Siempre queda la esperanza, sin embargo, de que al menos algunos lectores beban en la fuente vieja y seca para descubrir el agua nueva que aflora desde un manantial no descubierto.
Nunca estés sin una mujer, porque estar sin mujeres, es como estar en prisión, por eso alguien inventó a las prostitutas, para que aquel que no pueda mantener una, al menos pueda alquilarla para tener agradable compañía, así que ya sabes hermano, nunca estés sin mujeres, que eso no es saludable en la vida de un hombre.
Hay pocas mujeres tan perfectas que no hagan arrepentirse a sus maridos de haberse casado, por lo menos una vez al día.
Ningún hombre debe casarse hasta haber estudiado anatomía y haber hecho la disección por lo menos de una mujer.
Por lo concerniente al aprendizaje de la música instrumental, tan sólo puedo darte un pequeño consejo: no aprendas de los libros, puesto que esto, como dice mi padre, es lo peor que se puede hacer.
La salud es tan sólo una confianza; consiste sencillamente, en creer que se está enfermo y vivir como si se estuviese sano.
No son buenos los extremos aunque sea en la virtud.
Yo imagino que es bueno mandar aunque sea a un hato de ganado.