Me temo que debemos hacer honesto el mundo antes de poder decir honestamente a nuestros hijos que la honestidad es la mejor política
Las honestas palabras dan indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe.
Sin consideración, sin piedad, sin recato grandes y altas murallas en torno mío construyeron. Y ahora estoy aquí y me desespero. Otra cosa no pienso: mi espíritu devora este destino; porque afuera muchas cosas tenia yo que hacer.
El lugar del palacio más oculto están los sacerdotes ocupando, y en los altares, con divino culto, está el fuego sagrado humeando, en otra parte el mujeril tumulto la deseada fiesta celebrando, con mayor gravedad y más decoro hace (corona casta) alegre coro.
Los pesimistas dirán que soy muy pequeño para la obra que tengo emprendida; pero mi insignificancia está sobrepujada por la altivez de mi corazón de patriota, y así juro ante la Patria y ante la historia que mi espada defenderá, el decoro nacional y que será redención para los oprimidos
Como os explicaba, vuestro escrúpulo es fácil de destruir. Aquí estáis segura de un pleno secreto y el mal no consiste nunca sino en el escándalo que promueve. Sí; el escándalo del mundo es lo que produce la ofensa, y no es pecar, pecar a calladas.
Mi deber es hacer cumplir la ley no sólo con medidas del resorte de la autoridad, sino con el ejemplo para atentar a los que con un escrúpulo infundado se retraían de usar el beneficio que les concedía la ley
Cuando Noel acusó a la banda Green Day de robar los arreglos de Wonderwall para la canción Boulevard of Broken Dreams, y se le recordó su hábito de robar riffs de otras bandas, él se defendió diciendo: ¡Pero no una canción entera! Ellos deberían tener la decencia de esperar a que me muera. Yo por lo menos le pago a la gente que robo por cortesía.
Dejando a un lado unos cuantos escépticos, prototipos de decencia en la historia de la filosofía, los demás no tienen la más leve concepción de la integridad intelectual.
Si hay algo que ennoblezca a la juventud, es el miramiento y el respeto a los ancianos.
Obviamente, la compostura de un programa, la da la voz que sale al aire: de un locutor, animador, comentarista, periodista, etc. Esta voz no necesariamente tiene que destacarse por ser microfónica, sino por ser lo suficientemente clara, con buena tonalidad, animada y con buen ritmo
Se supone que soy el soldado que nunca pierde la compostura aunque soporte todo el peso del mundo en mis hombros.
La exigencia de la castidad hace que el culto sea más ardiente, más entusiasta, más lleno de alma.
Lo que tomamos por virtudes a menudo no es más que un compuesto de diversas acciones y diversos intereses que el azar o nuestro ingenio consiguen armonizar, y no es siempre el valor y la castidad lo que hace que los hombres sean valientes y que las mujeres sean castas.
La ley que atenta contra la vida de un hombre (la pena capital) es impracticable, injusta, inadmisible. Nunca ha reprimido la delincuencia.
A veces pienso que no vale la pena hacer amigos. Se van de nuestra vida después de un tiempo y dejan una herida mucho más dolorosa que la soledad anterior a ellos.
La honra puede ser mancillada. La justicia puede ser vendida. Todo puede ser desgarrado. Pero la noción del bien flota sobre todo, y no naufraga jamás.
Aunque la nobleza vive de la parte del que da, el agradecerle está de parte del que recibe; y pues ya dar he sabido, ya tengo con nombre honroso el nombre de generoso; déjame el de agradecido, pues le puedo conseguir siendo agradecido cuanto liberal, pues honra tanto el dar como el recibir.
Que sean duros, pero no injustos; sobre todo, que no permitan nunca que el miedo se convierta en consejero de sus actos y que estimen el honor de la nación por encima de todo lo demás en el mundo.
Dame tú ahora la cabra y el vaso para ordeñarla y libar a las Musas. Adiós mil veces, musas, adiós. En honor vuestro cantaré yo otro día también con más dulzura.