Sin consideración, sin piedad, sin recato grandes y altas murallas en torno mío construyeron. Y ahora estoy aquí y me desespero. Otra cosa no pienso: mi espíritu devora este destino; porque afuera muchas cosas tenia yo que hacer.
Donde estaba presente, junto con la Gula y la Ebriedad, la Taza, con su multitud de servidores, compañeros y circunstantes, se ve la Abstinencia, se ve la sobriedad y Templanza en la alimentación con todas sus reglas y preceptos.
Sin sobriedad nadie puede hacerse rico, y con ella muy pocos serán pobres
Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta.
El lugar del palacio más oculto están los sacerdotes ocupando, y en los altares, con divino culto, está el fuego sagrado humeando, en otra parte el mujeril tumulto la deseada fiesta celebrando, con mayor gravedad y más decoro hace (corona casta) alegre coro.
... la decencia no es una virtud con la que se nace, sino el resultado del ambiente en donde se vive.
Cuanto más pienso en la práctica educativa y reconozco la responsabilidad que ella nos exige, más me convenzo de nuestro deber de luchar para que ella sea realmente respetada. Si no somos tratados con dignidad y decencia por la administración privada o pública de la educación, es difícil que se concrete el respeto que como maestros debemos a los educandos.
También en la moderación hay un término medio, y quien no da con él es víctima de un error parecido al de quien se excede por desenfreno
A la derecha, la única moderación que le gusta es la salarial.
La crianza y el buen comedimiento más honra al que la hace que no al que se le hace.
Se supone que soy el soldado que nunca pierde la compostura aunque soporte todo el peso del mundo en mis hombros.
Obviamente, la compostura de un programa, la da la voz que sale al aire: de un locutor, animador, comentarista, periodista, etc. Esta voz no necesariamente tiene que destacarse por ser microfónica, sino por ser lo suficientemente clara, con buena tonalidad, animada y con buen ritmo
Por las venas de Cuba no corre sangre, sino fuego: melodioso fuego que derrite texturas y obstáculos, que impide la mesura y, muchas veces, la reflexión. Pero así somos, y ése es nuestro mayor encanto y defecto: estamos hechos de música.
El político debe tener: amor apasionado por su causa; ética de su responsabilidad; mesura en sus actuaciones
La ciencia es un mito, sólo que es el mito más hermoso, el único generalizable a toda la especie y quizás el más digno de respetarse. La ciencia es un mito, y cuando pretende decir que está más allá del mito está mintiendo. La ciencia es la humildad en la búsqueda de lo verdadero y en cuanto pierda esa humildad ya no es más que una forma de embaucamiento.
Tal vez en la llaneza y en la humildad suelen a esconderse los regocijos más aventajados.
Cuando nos fijamos en el hombre moderno, tenemos que enfrentar el hecho de que el hombre moderno sufre de un tipo de pobreza del espíritu, que se encuentra en marcado contraste con su abundancia científica y tecnológica.
Si se entiende que un socialista del siglo XXI es el que concibe que el estado es el brazo para derrotar la pobreza y el mercado la herramienta que crea riqueza, pero que es incapaz de distribuir riqueza, sí soy un socialista
Aquel que arrebata la libertad a otro es prisionero del odio, está encerrado tras los barrotes de los prejuicios y la estrechez de miras. Nadie es realmente libre si arrebata a otro su libertad, del mismo modo que nadie es libre si su libertad es arrebatada. Tanto el opresor como el oprimido quedan privados de su humanidad.
Estoy verdaderamente horrorizado por el hombre moderno. Tal ausencia de sentimiento, tal estrechez de miras, esa falta de pasión y de información, como debilidad de pensamiento
Y yo pregunto a los economistas políticos, a los moralistas, si han calculado el número de individuos que es necesario condenar a la miseria, al trabajo desproporcionado, a la desmoralización, a la infancia, a la ignorancia crapulosa, a la desgracia invencible, a la penuria absoluta, para producir un rico
Es una gran riqueza para el hombre vivir parcamente y con ánimo sereno, porque así no tendrá jamás penuria del poco
Los vicios entran en la composición de las virtudes, como los venenos en la de los remedios.
Estoy alineando cosas siempre, midiendo ángulos, incluso durante esta entrevista. Estoy observando la manera que te sientas y la composición del espacio alrededor de ti.