Tal vez en la llaneza y en la humildad suelen a esconderse los regocijos más aventajados.
¿Hasta cuándo, simples, amaréis vuestra simpleza y arrogantes os gozaréis en la arrogancia y necios tendréis odio a la ciencia? 23 Convertíos por mis reprensiones: voy a derramar mi espíritu para vosotros, os voy a comunicar mis palabras.
Es la mayor simpleza de muchos padres pretender tener a pura fuerza un hijo letrado o eclesiástico, aun cuando no sea de su vocación tal carrera ni tenga talento a propósito para las letras; causa funesta, cuyos perniciosos efectos se lloran diariamente en tantos abogados firmones, médicos asesinos y eclesiásticos ignorantes y relajados como advertimos.
La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos.
No fue ilustre, es verdad, placidísimo anciano, la línea de tu estirpe, ni tu árbol genealógico se remonta a ancestros lejanos, pero tu enorme fortuna compensó tu linaje y ocultó la bajeza de tus padres.
Estoy verdaderamente horrorizado por el hombre moderno. Tal ausencia de sentimiento, tal estrechez de miras, esa falta de pasión y de información, como debilidad de pensamiento
Los científicos tienden a resistirse a las investigaciones interdisciplinarias en su propio territorio. En muchos casos, tal estrechez de miras se basa en el temor a que la intrusión de otras disciplinas ejerza una competencia desleal por unos recursos financieros limitados y por lo tanto disminuya la propia oportunidad para la investigación
Mi rendimiento no depende de mi vida privada
No es lo mismo el que lleva el hijo a una escuela privada o concertada que quien lo lleva a una escuela pública: hay muchos escolares inmigrantes y ello conlleva un retraso en el rendimiento global del aula.
La gente paga por su propia subordinación
Para Marx no ofrece dudas la subordinación de la cuestión nacional a la cuestión obrera
Siempre una obediencia ciega supone una ignorancia extrema
Cristianismo aplicado, hecho vivo, fue la antigua fe católica, la última de estas formas. Su omnipresencia en la vida, su amor al arte, su profunda humanidad, la indisolubilidad de sus matrimonios, su comunicabilidad, amiga de los hombres, su alegría en la pobreza, la obediencia y la fidelidad, la hacen inconfundible como auténtica religión y contienen los fundamentos de su constitución
Yo por primera vez me animé a decirle que con gusto me habría casado con alguien así, pues esa simpleza es la base de la felicidad, y nada mejor que vivir al lado de alguien feliz.
Es la mayor simpleza de muchos padres pretender tener a pura fuerza un hijo letrado o eclesiástico, aun cuando no sea de su vocación tal carrera ni tenga talento a propósito para las letras; causa funesta, cuyos perniciosos efectos se lloran diariamente en tantos abogados firmones, médicos asesinos y eclesiásticos ignorantes y relajados como advertimos.
La bajeza del hombre ha llegado hasta someterse a las bestias y adorarlas.
El autor virtuoso no corrompe el corazón con sus versos inocentes, aunque cosquillee los sentidos, porque su fuego no levanta llamas criminales. Amad, pues, la virtud, y alimentadla en vuestra alma. Por más que el espíritu esté lleno de noble vigor, el verso se resiente siempre de la bajeza del corazón.
El Señor es un producto del siervo. Si la sumisión llegara a cesar, ello sería el fin de la dominación.
La carencia de escuelas, la falta de buena fe en los párrocos, y la depravación manifiesta de los pocos que comercian con la ignorancia y la consiguiente sumisión de las masas, alejan, cada día más, a aquellos pueblos de la verdadera civilización que, cimentada, agregaría al país secciones importantes con elementos tendientes a su mayor engrandecimiento.
Es falso que la igualdad sea una ley de la naturaleza. La naturaleza no ha hecho nada igual. Su ley es la subordinación y la dependencia.
El miedo es la forma de nuestra subordinación a las leyes físicas.
La obediencia a un hombre cuya autoridad no está alumbrada con legitimidad es una pesadilla.
Únicamente la obediencia tiene derecho al mando