Pero te extraño a rabiar, al extremo de que nuestra cama no la he vuelto a usar. Y si me cae una aventura, la revuelco en el sofá, por no herir el recuerdo que se anida en el colchón
¿Puedes imaginar el tipo de responsabilidad que tengo con mi reputación? Estoy postrada en la cama la mayor parte de la semana.