Ser el hombre más rico del cementerio no me importa. Irme a la cama por la noche diciendo que hemos hecho algo maravilloso, eso es lo que me importa
¡Qué locura! Los amantes que se han suicidado sobre una cama de hotel, puros de cuerpo y alma, viven siempre. Nada nos ligaba a aquellos dos fríos y duros cuerpos, ya sin nombre, en que la vida se había roto de dolor.