La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte
Lo que se recibe se recibe al modo del recipiente
La verdad es que el conjunto de los vestigios humanos descubiertos en un siglo de investigaciones por toda Europa ocupa muy poco espacio. Cuidando el embalaje, podríamos hacer que un bolso de fin de semana guardara todos los restos anteriores a la glaciación de Riss y Würm, un cofre resultaría más que suficiente
Quince hombres sobre el cofre del muerto yo-ho-ho y una botella de ron.
Trueno: caída de un baúl por las escaleras del cielo
El color no tiene fin. Cada color expresa un momento, una emoción y como yo quiero rendir homenaje a los colores aún después de muerto, pinté yo mismo mi ataúd con los colores argentinos por dentro, y por fuera con los siete del arco iris.
Le diré a Mamá que has bebido una pinta en el ataud de Eugene.
Cuando un médico va detrás del féretro de su paciente, a veces la causa sigue al efecto.
Ante mis ojos. Vestido de gala, lo metieron en una bolsa de plástico y la ataron. Y, ya en esta bolsa, lo colocaron en el ataúd. También el ataúd, envuelto en otra bolsa. Un celofán transparente, pero grueso, como un mantel. Y ya todo esto lo introdujeron en un féretro de zinc. Apenas lograron meterlo dentro. Sólo quedó el gorro encima.
La próxima vez que te vea será en la iglesia. Se acabó para siempre el amor recatado que ni a ti ni a mí nos agrada. Adiós. Al amor de banca y al amor de sala. Adiós al pudor inmaculado. Ahora viviremos el amor a tambor batiente con muchas formas de besos y muchas formas dé agarre.
Si los que vienen alimentaran su nostalgia con una buena postal, al menos, del paseo nosotros seriamos capaces de recibirlos aquí en gloria y majestad pero ellos tienen su tambor y nosotros el nuestro.
Los geólogos disfrutan con los terremotos y otras catástrofes naturales porque abren la tierra y dejan entrever sus secretos. Mi actitud hacia esta barcaza era similar. No había forma de sacarla a rastras de la isla y saltar dentro de la cavidad que había horadado, pero podía pasearme por los bordes con mis tarros de muestras y ver qué aparecía.
La gente tiene que decir algo sólo para mantener su cavidad bucal en perfecto funcionamiento, así tendrán una buena cavidad bucal en caso de que haya algo realmente importante que decir.
Se me ocurre que no otra cosa es la literatura sino una cápsula del tiempo que nadie sabe quién abrirá en el futuro.
Admirar un cuadro antiguo equivale a verter nuestra sensibilidad en una urna funeraria, en lugar de proyectarla lejos, en violentos gestos de creación y de acción.
-Las mujeres desnudas son Arte solo si hay una urna -dijo Fred Colon. Esto le sonaba algo débil hasta a él, de manera que añadió-, o un pedestal. Si están los dos es mejor, por supuesto. Es un signo secreto, ¿ves?, que ellos ponen ahí para decir que es Arte y está bien mirarlo.