La puerta gira en sus bisagras y el perezoso gira en la cama.
Con frecuencia, un perezoso es un rebelde sublevado ante la idea de estar toda la vida atado a un banco, trabajando para dar placeres al patrón, al que sabe más estúpido y sin más razón que la de haber nacido en un palacio en vez de un cuartucho
Un flemático deja que le vengan las cosas y se alegra de que pasen de largo.
Sobre el fino garabato de un tango nervioso y lerdo se irá borrando el recuerdo...
Como es posible que la gente se queda tranquila con un Presidente que tiene un director del DAS que mandaba a mandar a matar gente, que se reunia con tipos para asesinar gente, que tenía las listas de cuales tenía que matar, y uno no puede decir que una persona de esas hizo lo que hizo y uno es un bobo que no sabe. ENTONCES SI EL PRESIDENTE NO SABÍA POR bobo ENTONCES QUE SE VAYA POR bobo.
No sé si esto es ser o no un patriota de hojalata, pero es evidente que para España es mucho más peligroso un bobo solemne que un patriota de hojalata.
Se ha avanzado, paso a paso, demasiado lentamente, al tranco cansino y dubitativo de la transición chilena a la democracia que terminó, mal que nos pese, en una democracia incompleta y excluyente.
Un libro cerrado es igual que tener los ojos cerrado toda la vida.
La tomaba como a un juguete; un juguete o un cerrado capullo de rosa que él hacía abrirse en cada noche de placer. Doña Flor iba perdiendo la timidez, entregándose a esa fiesta lasciva con creciente violencia, transformándose en amante impulsiva y audaz.
El arte de los impuestos consiste en desplumar al ganso de forma tal que se obtenga la mayor cantidad de plumas con el menos ruido.
Una vez vi un ganso en Canadá a quien unos cazadores le habían matado la pareja. Sabes que se aparean para toda la vida. El ganso anduvo en círculos alrededor del estanque durante muchos días después de lo sucedido. Cuando lo vi por última vez nadaba solo en medio del arroz silvestre, siempre buscando. Supongo que la analogía es demasiado obvia para el gusto literario, pero es así como me siento.
El secreto del agitador es hacerse tan estúpido como lo son sus oyentes con el objeto de que éstos crean que son tan listos como él.
El destino es el carácter. Basta con que un político, un juez, un obispo o un militar sea un tipo vanidoso, frustrado, ambicioso, desconfiado, rencoroso, frívolo o simplemente estúpido para que estas pasiones vulgares en una partida de taberna, desorbitadas por el poder, lleven a una sociedad al cataclismo.
El ruido de tu martillo a las cinco de la mañana, o a las nueve de la noche, si lo oye tu acreedor, le deja tranquilo para seis meses más.
Deseo contribuir a la mejora de nuestro municipio con buen criterio y capacidad de gestión. Creo en el diálogo como manera de trabajar, buscando construir entre todos un futuro ilusionante y tranquilo
El ajedrez es la forma de conformarse del hombre para saciar su sed, su nostalgia de infinito, conformarse en hacer la guerra allí en un espacio limitado pero al mismo tiempo capaz de alojar al infinito. ¿Cuál es el infinito? Las infinitas complicaciones que crean entre si las piezas del ajedrez.
Dando un nombre a algo nos hemos limitado a ponerlo en una categoría, y pensamos que lo hemos comprendido; no lo miramos más atentamente. Pero si no lo nombramos estamos obligados a mirarlo. O sea, abordamos la flor, o lo que fuere, con un sentido de novedad, con una calidad nueva de examen: la miramos como si nunca la hubiésemos mirado antes.