Sinónimos de pausado

Y cigarras sonoras, y piedras calcinadas, se asoman a mis largas siestas, sin que concluya este lento desfile de puntos por mis manos. Y a ratos, en el aire que impregnan los manzanos, van y vienen dos frases: Eres mía. Soy tuya.

La débil interacción es millones de veces más débil que la fuerza nuclear. Es precisamente lo bastante débil para que el hidrógeno en el Sol se consuma a un ritmo lento y constante. Si la interacción débil fuese mucho más fuerte o mucho más débil, todas las formas de vida que dependen de las estrellas similares al Sol también se encontrarían en dificultades.

Lo difícil lo hago de inmediato, lo imposible me tardo un poquito mas

Me senté, mirando aquel paisaje rico en bosques, refulgente con la luz majestuosa y melancólica que a cada momento disminuía más. Los rincones de la habitación se encontraban ya en sombras. Todo oscurecía y la lobreguez insensiblemente afinaba mi mente, de por sí preparada para lo siniestro. Esperaba a solas su llegada, que no tardó en ocurrir.

Un flemático deja que le vengan las cosas y se alegra de que pasen de largo.

Cuando sopla la brisa de mi corazón enamorado, sonreís lentamente como si recordarais.

Por muy lentamente que os parezca que pasan las horas, las encontraréis cortas si reflexionáis en que nunca han de volver a pasar.

El bizkaíno es laborioso (Vez labradas las montañas hasta la cumbre); el Español, perezoso y vago (contemplar sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de vegetación). El Bizkaíno es emprendedor (...); el español nada emprende, a nada se atreve, para nada vale.

El perezoso pide por poco trabajo gran estipendio

Las horribles crueldades y ultrajes que de vez en cuando consiguen publicar en la prensa ¿Cómo se producen? En muchos casos, es por un endurecimiento paulatino de ambas partes, donde el amo se hace cada vez más cruel y el sirviente cada vez más insensible. Los azotes y el maltrato son como el láudano: hay que duplicar la dosis cuando se pierde sensibilidad.

Dionos Dios a entender lo que el apóstol Santiago nos enseña en una epístola, que todo hombre sea presto para oír; y tardío para hablar.

Deja al menos que caiga de tus labios sobre mis labios un tardío beso, para que así una vez esté en mi tumba, en paz el corazón pueda dormir.

En los trances duros y lo mismo en la bonanza, tente siempre con ánimo sosegado

Señor, yo soy un hombre pacífico, manso, sosegado y sé disimular cualquier injuria porque tengo mujer e hijos que sustentar y criar.