Nunca me enojo conmigo mismo cuando no estoy logrando batear. Sólo me enojo con el bate. Si la mala racha sigue, cambio el bate. Después de todo, si se que no es mi culpa ¿cómo puedo enojarme conmigo mismo?
En nuestro gobierno quien tenga méritos será recompensado y quien tenga culpa será ejemplarmente castigado. Se terminó el tiempo del padrinazgo y de la impunidad
Desde hace algún tiempo se habla mucho de torturas aplicadas por los soldados franceses a patriotas argelinos. Personalidades extranjeras, y entre ellas francesas, han condenado estas prácticas. No se puede al mismo tiempo querer el mantenimiento de la nación francesa en Argelia y condenar los métodos empleados en ella. La tortura en Argelia no es un accidente, o un error, o una falta
Aquí podrás aprender muy poco, hay una falta de maestros y estudiantes de la Benjamenta no vamos a tener éxito en cualquier cosa, en otras palabras, en nuestra próxima vida todos vamos a ser algo muy pequeño y subordinado.
¡En qué patéticos esclavos nos convertimos por el poder dominante de la gravedad sobre todas las cosas de la tierra! (...) Nuestro único consuelo es que no podemos solucionarlo. No es fallo nuestro: nos guste o no, tenemos que obedecer a la gravedad, nuestra tirana.
¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?.
La verdad es el error que escapa del engaño y se alcanza a partir de un malentendido. (El seminario, vol. I, Escritos técnicos de Freud (1953-1954))
Si uno es denostado o injuriado, el remedio no consiste en devolver el insulto ni en resistirse. Simplemente hay que quedarse quieto. Esta quietud dará paz al injuriado, pero inquietará al ofensor, hasta que éste se vea impulsado a admitir su error ante la parte injuriada.
No sé qué es de mi oreja sin tu acento, ni hacia qué polo yerro sin tu estrella, y mi voz sin tu trato se afemina. Los olores persigo de tu viento y la olvidada imagen de tu huella, que en ti principia, amor, y en mí termina
Si yerro en mi creencia de que las almas de los hombres son inmortales, yerro alegremente y no deseo verme libre de tan delicioso error.
Te permito cualquier desliz absurdo, la humillación, los morbos, las manías, que te gusten las chicas del anuncio de medias, o que quieras ser mi amante después de haber dejado de quererme. Yo lo soportaría todo, excepto la ingratitud que nace del olvido.
Y aunque aceptar la protección de los poderosos a menudo significa también atraerse conflictos, ella jamás cometía el menor desliz de esa clase, pues no permitía que nadie a su servicio hiciera nada que pudiera disgustar a otros.
Cada ley es una infracción a la libertad.
El ejemplo se buscaba no sólo suscitando la conciencia de que la menor infracción corría el peligro de ser castigada, sino provocando un efecto de terror por el espectáculo del poder cayendo sobre el culpable.
Preguntarme qué es la transgresión es como preguntarle al campesino que es la pala.
La Naturaleza eterna venga inexorablemente la transgresión de sus preceptos.
Soy incapaz de existir simultáneamente en dos universos espirituales: la literatura y la ciencia. Esta es mi debilidad fundamental: no puedo mantenerme a la vez despierto y en el sueño, en el juego. En cuanto hago literatura, me encuentro en otro universo; le llamo onírico porque tiene otra estructura temporal y porque mis relaciones con los personajes son de naturaleza imaginaria y no crítica.
Que cuando sintamos la tentación de la prudencia, recordemos que tú 'has escogido la debilidad del mundo para derrotar a los fuertes y a los estúpidos, para confundir a los sabios'. Porque la prudencia del mundo es enemiga de Dios.
La fuerza y la flaqueza del ánimo tienen nombres engañosos; en realidad no son más que la buena o mala disposición de los órganos del cuerpo.
La comprensión no excusa ni acusa: ella nos pide evitar la condena perentoria, irremediable, como si uno mismo no hubiera conocido nunca la flaqueza ni hubiera cometido errores. Si sabemos comprender antes de condenar estaremos en la vía de la humanización de las relaciones humanas.
No todo resbalón significa una caida
Una caída del valor dinero va paralela a una elevación del tipo de interés [...que] dura tanto como el movimiento del valor de cambio objetivo del dinero.
Los pasivos privados fueron nacionalizados. El FMI proporcionó a los gobiernos los dólares necesarios para devolver la deuda a los acreedores occidentales. Se protegió a los acreedores, los deudores se libraron y los contribuyentes de los países en vías de desarrollo tuvieron que soportar la carga de devolver el capital al FMI.
Lo propio de la máquina capitalista es hacer la deuda infinita.
El delito es un amo rígido e inflexible contra quien no se puede ser lo bastante fuerte, a menos que uno se rebele rotundamente.
Mejor se puede disculpar el que se muere de miedo, que el que de miedo se mata: porque allí obra sin culpa la naturaleza; y en éste, con delito y culpa, el discurso apocado y vil.