La puerta gira en sus bisagras y el perezoso gira en la cama.
El bizkaíno es laborioso (Vez labradas las montañas hasta la cumbre); el Español, perezoso y vago (contemplar sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de vegetación). El Bizkaíno es emprendedor (...); el español nada emprende, a nada se atreve, para nada vale.
Me senté, mirando aquel paisaje rico en bosques, refulgente con la luz majestuosa y melancólica que a cada momento disminuía más. Los rincones de la habitación se encontraban ya en sombras. Todo oscurecía y la lobreguez insensiblemente afinaba mi mente, de por sí preparada para lo siniestro. Esperaba a solas su llegada, que no tardó en ocurrir.
El hombre noble debe ser tardo en el hablar y rápido en el obrar.
El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan; pero para quienes aman, el tiempo es eternidad.
A Riquelme le vi hacer cosas increíbles con el balón. Tiene talento y es un líder. Y que no digan tonterías, que es lento y esas cosas; todo Brasil se quedó alucinado cuando se enfrentó al Palmeiras en la Copa Libertadores. Sólo un fenómeno hace lo que él hizo esa noche
Sobre el fino garabato de un tango nervioso y lerdo se irá borrando el recuerdo...
Soy un diablillo intenso y resuelto: terriblemente patoso y tan tenso que no entiendo como la gente puede soportar estar en la misma habitación que yo. Lo que sí sé es que yo no me soportaría
El primer deber de la sociedad es dar a cada uno de sus miembros la posibilidad de cumplir con su destino. Cuando se vuelve incapaz de realizar esta tarea debe ser transformado.
La locura es la incapacidad para comunicar tus ideas. Como si estuvieras en un país extranjero, viendo todo, entendiendo lo que pasa a tu alrededor, pero incapaz de explicarte y ser ayudado porque no entiendes la lengua que hablan allí.
Su pálida frente es un mapa confuso: la cruzan arrugas, eternas arrugas, que son cual los ríos del vago país de lo abstruso cuyas olas, los años, se escapan en rápidas fugas.
Tú crees en un vago y quimérico Dios, o en un santo especial, y, para curar males, en alguna oración. Más yo creo en las horas azules y rosadas que tú a mí me procuras y en voluptuosidades de hermosas noches blancas. Y tan profunda es mi fe y tanto eres para mí, que en todo lo que yo creo sólo vivo para ti.
En un bostezo de horror, tuerce el estero holgazán su boca de Leviatán tornasolada de horror.
El gandul es un cadáver con apetito
Para mí, la vida sigue siendo tocar la batería, pero me divierte hacer películas. Las veces anteriores fui usado (yo me presté a eso, lo acepto) por lo atractivo de mi nombre. Me decían: actúa naturalmente, sé tú mismo. Y allí salía yo, haciendo las morisquetas que todo el mundo esperaba de Ringo, el bobo de los Beatles
No sé si esto es ser o no un patriota de hojalata, pero es evidente que para España es mucho más peligroso un bobo solemne que un patriota de hojalata.
El hecho de que una persona de nuestra predilección se enamore perdidamente de alguien a quien consideramos un memo integral, nos induce a analizar tanto los motivos del amor como los de la predilección.
Juanito, el chico de los Barcelona, guasón y gamberro, pero con la mirada triste.
El payaso no soy yo, sino esa sociedad tan monstruosamente cínica e inconscientemente ingenua que interpreta un papel de seria para disfrazar su locura
Los que tienen el poder (aunque sea por poco tiempo) no saben nada de literatura, sólo les interesa el poder. Y yo puedo ser el payaso de mis lectores, si me da la real gana, pero nunca de los poderosos. Suena un poco melodramático. Suena a declaración de puta honrada. Pero, en fin, así es.