En la sociedad hay dos clases de personas, los médicos y los cocineros; unos trabajan sin descanso para conservar nuestra salud y los otros para destruirla, con la diferencia de que los últimos están más convencidos de lo que hacen que los primeros.
Fuiste verdad visible, combustión, palabras que mis manos llovían sin descanso desde el temblor de un vértigo insondable.
Más amigos granjea la mesa que la inteligencia
Cuando vio este nuevo libro sobre su mesa de noche, apilado sobre el que había terminado la noche anterior, estiró la mano automáticamente, como si leer fuera la primera y única tarea evidente del día, la única forma viable de negociar el tránsito del sueño al deber.
¿Dónde está el descanso de los días, la avenida con tomillo, el aroma de verónica que prometiste, la nata y la miel que dijiste que había ganado, la felicidad que procede de las tareas bien hechas, la serenidad que el deber nos concede, las bendiciones de las buenas obras?
Es nuestro deseo siempre peregrino en las cosas de esta vida, y así con vana solicitud anda de unas en otras sin saber hallar patria ni descanso