En Madrid, jamás llegué a pisar la calle, porque cada vez que aparecía en la puerta del Hotel Ritz, una legión de caballeros arrojaban sus capas al suelo para que caminara sobre ellas, poniendo ante mí una alfombra que nunca se acababa
Dejaste tu sombra merodeando sin permiso por la casa, la huella en la alfombra de tu espalda como un cráter en la luna y tu reflejo en el espejo
Para mí, la pintura es el punto triste y oscuro de la vida. En ella trato de expresar lo más profundo del ser humano. Mientras que la tapicería es la parte alegre de la vida.
Escribir una novela es como bordar una tapicería con hilos de muchos colores: es un trabajo artesanal de cuidado y disciplina.