Sé flexible como un junco, no tieso como un ciprés
¡La vida sin libertad! Era una enfermedad. Perder la libertad es como perder la salud La vida estaba llena de acontecimientos, pero al mismo tiempo seguía siendo vacía, irreal. Vivían en el cauce de un río seco
Hay gente en ocasiones que deseas que fuera un libro, para así poder cerrarla con un sonoro y seco golpe de la mano, sin marcar la página, y devolverla luego para siempre al lugar en que por derecho corresponde: los mustios anaqueles de una rancia biblioteca.
Si en el aire se respira la pregunta ¿qué va a hacer?, cuántos sacan un disco y terminan por desaparecer, el placer es mío sonrío porque vine a vencer, lo seguro es que tengo un brazo muy duro que torcer
El vino tórnase bueno cuando resultaba nuevo, duro y áspero, pero se sostiene aquel vino que ya en el lagar era agradable.
Sé flexible como un junco, no tieso como un ciprés
De repente, volvió a abrir los ojos. Algo hizo que la bicicleta se detuviese en seco y lo último que recordaba era la tierra que se le venía encima a toda velocidad.
¡La vida sin libertad! Era una enfermedad. Perder la libertad es como perder la salud La vida estaba llena de acontecimientos, pero al mismo tiempo seguía siendo vacía, irreal. Vivían en el cauce de un río seco
Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks.
Mi madre es el ser humano que más amo en el mundo y pensar que las cosas podrían cambiar es lo más triste que he vivido o el momento más duro que he vivido, porque imaginarme en un momento determinado sin la persona que amas no es fácil.