La mejor manera de echar a perder tu vida es tomar notas. La forma más fácil de evitar vivir es limitarte a mirar. Buscar detalles. Informar. No participar. Dejar que el gran hermano cante y baile para ti. Ser un reportero. Ser un buen testigo. Un miembro agradecido del público.
Lector, imagine que usted fuera un idiota. E imagine que fuera un miembro del Congreso. Pero eso es redundante.
Húmedo estaba impresionado. palo y zanahoria. Vetinari solo usaba el palo, o te tiraba la zanahoria a la cabeza.
Si quiero sacudirte con la flecha de mi amor, te tengo que dar duro como el palo en el tambor; que grite la guitarra su alarido de placer y el bajo que penetre tus oídos con la furia de mi tren, loco tren, la banda es una máquina cargada con la furia de mi tren.
Ahora me han derrotado, pensó. Soy demasiado viejo para matar tiburones a garrotazos. Pero lo intentaré mientras tenga los remos y la porra y la caña.
No he tenido maestro en el sentido ordinario. Mi padre me enseñó a manejar la porra en mi infancia. Desde entonces, he seleccionado una serie de tácticas de samuráis mayores en diversas provincias. También he pasado algún tiempo viajando por el campo, aprendiendo de las montañas y los ríos, a los que también considero como maestros.
La situación era incómoda y sin embargo a los pocos segundos noté con espanto que mi naturaleza, divorciada de mi intelecto, de mi alma, incluso de mis peores deseos, endurecía mi verga hasta un límite imposible de disimular.
Ay, las casualidades -dijo Quim respirando a pleno pulmón, como el titán de la calle Revillagigedo-, valen verga las casualidades. A la hora de la verdad todo esta escrito. A eso los pinches griegos lo llamaban destino.
Me tortura tanta duda, polla dura no cree en Dios.
A mí, la unidad de España me suda la polla por delante y por detrás, que se metan a España en el puto culo, a ver si les explota dentro y les quedan los huevos colgando del campanario; que vayan a cagar a la puta playa con la puta España, que llevo desde que nací con la puta España, vayan a la mierda ya con el país ese y dejen de tocar los cojones