En la prosperidad nuestros amigos nos conocen; en la adversidad nosotros conocemos a nuestros amigos
Amigo es el que en la prosperidad acude al ser llamado y en la adversidad sin serlo.
..., contraste o contrariedad es también una conexión entre ideas, pero puede, quizá, considerarse una mezcla de causa y semejanza.
Ésa es una suerte de las viudas, ningún contratiempo les impide mejorar al hombre con el que convivieron y entre más tiempo pasa, mejor recrean el mundo idílico que alguna vez soñaron.
Ve en derechura al hecho, pausadamente, y aporta por anticipado las medidas que deben adoptarse para paliar cualquier contratiempo y reducir las consecuencias a su mínima expresión
Las depuraciones evidentemente nos han perjudicado. Hemos ganado jugando un partido con todo en contra. Le hemos ganado incluso al árbitro. En vez de depurar desde la corte al pueblo, el pueblo debía depurar a la corte. Si yo fuera miembro de esa corte, sería el primero en renunciar.
Tal vez el día que se corte mi piolín, te veré, y sabré, que no hay fin.
Lo que quiero es gente preparada: que se tomen el tiempo necesario para hacer las cosas bien. No quiero, ni necesito, batir ningún récord de tiempo. Eso suena a desastre
No quiero que mi hija crezca para que algún día sea maltratada por sus compañeros de colegio... No quiero que la gente le diga en la calle que sus padres eran un desastre
Los hombres indiferentes a la desventura de la nación, aunque sean privadamente laboriosos, son auxiliares inconscientes de la corrupción y desgracia de los pueblos
No podría sobrevenir mayor desventura que librar la imperfecta naturaleza humana del único látigo que la hace progresar: la necesidad y el hambre.
Tómese dos docenas de besotes. Añádase una dosis de mantequilla del Deseo. Agréguese tres gramos de tapioca de los Celos. Échese cuatro cucharadas de azúcar de la Melancolía. Colóquese dos huevos. Agítese con el brazo de la fatalidad y tómese de dos en dos horas marcadas en el reloj de una sola aguja.
Sin Europa, sin unión política y sin democracia, la marcha del mundo se convierte en una fatalidad sobre la cual el pueblo de nuestro continente habrá perdido el poder de pesar. Cada vez que se trata de pesar sobre el futuro del mundo, se encuentra la necesidad de Europa.
La felicidad o infelicidad no se mide desde el exterior sino desde dentro.
La infelicidad máxima, como la felicidad máxima, modifica el aspecto de todas las cosas.
La idea de que los teoremas se deducen de los postulados no se corresponde con la simple observación. Si se descubriese que el teorema de Pitágoras no deriva de los postulados, se volvería a buscar una manera de alterar los postulados hasta que eso sea cierto. Los postulados de Euclides derivan del teorema de Pitágoras, no al revés
Leemos el mundo al revés y nos lamentamos de no comprender nada
No hay hombre en el mundo sin tribulación o angustia, aunque sea rey o papa
Yo no tengo tribulaciones, dispongo de dinero como un rentista, no tengo jefe, ni mujer, ni hijos; existo, eso es todo. Y esta tribulación es tan vaga, tan metafísica, que me da vergüenza
Toda aflicción que llega acaba por irse. Así sucede con las glorias y las tragedias del mundo
Lo impulsaban a luchar el deseo de saber y el amor a la verdad, el espíritu de aventura teórica, y el anhelo de consolarse y atenuar la atmósfera de aflicción que lo cubría y la sensación de soledad que se ocultaba en lo hondo de su alma.
General, tenga cuidado con su hija. Ha intentado sentarse sobre mis rodillas cuando yo estaba de pie. (Humphrey Bogart en la película El sueño eterno.)1
Jamás habría tenido éxito en la vida si no hubiera yo prestado a la cosa más nimia de que me ocupé la misma atención y el cuidado que he prestado a la más importante.
Esas gentes son tan silenciosas y hurañas que uno tiene la impresión de verse frente a un recóndito enigma del que más vale no intentar averiguar nada. Y ese sentimiento de extraño desasosiego se recrudece cuando, desde un alto del camino, se divisan las montañas que se alzan por encima de los tupidos bosques que cubren la comarca.
Basta saber que aquesta tan sencilla y tan pura amistad quiso mi hado en diferente especie convertilla, en un amor tan fuerte y tan sobrado, y en un desasosiego no creíble, tal que no me conozco de trocado.
Cada vez que se sentía descorazonado se decía que lo que estaba haciendo, por muy incómodo que le resultara, era mejor que quedarse en la anterior situación, sin queso. En lugar de conformarse con que las cosas sucedieran, comenzaba a tomar el control.
No creo que exista algo que pueda llamarse un simple mortal. Todos tienen su propia posibilidad de éxtasis en la experiencia de la vida. Todo lo que hay que hacer es reconocerlo, y después cultivarlo y conservarlo. Siempre me siento incómodo cuando se habla de simples mortales, porque yo nunca he conocido a un hombre, mujer o niño que sean simples.
Aparte de los especialistas, son muy pocos los lectores que se toman la molestia de consultar varios periódicos; y de este modo el lector corriente se forma una imagen del mundo que no se corresponde con la realidad, sino con lo que se dice de ella
Ciertos pensamientos que no tienen ninguna posibilidad de éxito no se toman la molestia de pasar por tu cabeza
El dolor físico es la señal de una perturbación del organismo, la presencia de una influencia nefasta para él mismo; nos abre los ojos sobre un peligro amenazante y nos previene por el sufrimiento que nos depara para que tomemos las medidas de defensa. Lo mismo ocurre con el dolor moral que causa la injusticia intencional, la arbitrariedad.
La vida es una perturbación inútil de la calma del no ser.
Mi preocupación ha sido siempre pintar desnudos como si fueran unos espléndidos frutos.
Estos días que derrochamos apresuradamente, en la preocupación de la adolescencia y en el feliz tedio de la infancia, tienen realmente un final; el cielo se cierra como el obturador de una enorme cámara fotográfica.
Amar es sufrir amablemente; es gozar de una ansiedad perenne, de un sobresalto siempre renovado
Contigo, mano a mano busquemos otros prados y otros ríos, otros valles floridos y sombríos, donde descanse, y siempre pueda verte ante los ojos míos, sin miedo y sobresalto de perderte.
El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahi porque se nos escapa el presente.
Si alguien concibe que una carnicería semejante puede servir de soporte a un arte, ya está preparado para admitir que la verdad puede ser extraída mediante la tortura en el sótano de una comisaría; si se admite que la belleza puede surgir de la sangre derramada, aunque ésta se inflija a un animal, es que uno ya tiene justificado en el corazón todo tipo de violencia.
Cuando un niño comienza a sonreír, con una pequeña bifurcación de amargor y dulzura, las orillas de su sonrisa desembocan sin burlas en la anarquía del océano. Se siente mejor que nadie: juega a la gloria con los ángulos de la boca y ya cose la sutura irisada al conocimiento infinito de la realidad.
Dios libra de la angustia al justo, y en su lugar pone al malvado.
Vivir es asombrarse de estar en el mundo, sentirse extraño, llenarse de angustia ante la contingencia de dejar de ser, comprender la constante probabilidad de extraviarse, la necesidad de hacer amigos entre nuestros con seres, la contingencia de que sean enemigos, y estar alerta a lo genuino y a lo espurreo, a la verdad y al error.
No es fácil, para alguien que nunca se haya visto en semejante situación, describir o concebir la consternación de los hombres en esas circunstancias. No teníamos idea de dónde nos hallábamos, ni de la tierra a la que habíamos sido arrastrados. No sabíamos si estábamos en una isla o en un continente, ni si estaba habitada o desierta.
Él me miró durante tanto tiempo y con tal fijeza, que me hizo experimentar deseos de abofetearle o de echarme a reír en sus propias narices. Comenzaba a sentirme a disgusto en aquel agradable círculo familiar. Tan ingrato ambiente neutralizaba el confortable calor que físicamente me rodeaba, y resolví no volver en mi vida.
La uniformidad mata el amor; desde que el espíritu de orden se apodera de un asunto de amor; desaparece la pasión, a ésta sucede la languidez, asoma el fastidio y el disgusto termina todo.
Pero cuando haya suprimido todo aquel dolor y sufrimiento que en los pacientes son los síntomas, no de su enfermedad, sino de la ausencia de los ya mencionados elementos esenciales para que se realice el proceso reparador de la Naturaleza, entonces sabremos cuáles son los síntomas de la enfermedad.
Por eso para lo único que esos rumores sobre mi muerte sirven es para subrayar que nuestra banda significa mucho para nuestros fans, y que somos lo suficientemente importantes como para que sientan dolor si nos morimos realmente. Espero que nunca se cumpla esa profecía
Cuando el sentimiento de melancolía bovina, de irremediable fatalismo se transforma en un lacerante sentido del horror, el arbusto del opio del optimismo acude en ayuda de los hombres
Y en mi melancolía fría hoy le cuento al mundo que exististe un día