Sinónimos de teatro

La gente me pregunta todo el tiempo si prefiero el drama o la comedia. Mi respuesta es sencilla: ¡Siguiente pregunta!

El drama no es elegir entre el bien y el mal, sino entre el bien y el bien

Desde el primer día, me hice adicto a estar en el escenario y recibir los aplausos y las risas..

Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes.

El suicida no vuelve nunca a la escena del crimen.

Cuando vi 2001, una odisea del espacio, ya supe perfectamente que lo que quería hacer en 'Solaris' era algo completamente opuesto y diferente a ella. Me parece que cada escena es una ilustración de revista de ciencia ficción. Y no precisamente arte gráfico de buena calidad.

Tú y yo somos dos tablas que alguien cortó en el bosque a un árbol milenario.

Los postulados de las matemáticas no estaban en las tablas de piedra que Moisés trajo del Monte Sinaí

¡Hazte a la idea! Ahora, el Cielo y el Infierno nos tienen agarrados por la espalda y toda nuestra vieja simulación nos ha sido arrancada...

Y lejos estamos por fin, de todas las fracciones políticas acordes con la simulación democrática, que ambicionan solamente constituir fórmulas parlamentarias o de gobierno, olvidando que en la cuestión social es preciso tocar las raíces del problema y no operar en la superficie con simples paliativos como aconseja el evangelio marxista.

Llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala.

No es menester el arte donde sobra naturaleza. Sobra la afectación donde basta con el descuido.

En nuestra opinión, poner en un pedestal de Lenin como un guía de todos los trabajadores del mundo no es nada más y nada menos que una malvada y criminal farsa cometida respecto a la humanidad engañada y oprimida, todavía cegada lo suficiente como para adjuntar a esta broma un valor definido y específico.

La democracia es una farsa de la que se ha servido la masonería, para hacer creer a una mayoría confundida y desorientada que se está haciendo su voluntad y que ésta es forzosamente buena. Lo real es que los principios de la democracia liberal son falsos e inaplicables en sí mismos

La revolución de una clase para surgir ella sola y sobreponerse a las otras, no sería más que una parodia de las antiguas convulsiones políticas.

Orwell tenía razón: el verdadero totalitarismo parece exactamente una parodia de sí mismo