Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrarse del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.
Que es el amor sino comprender y alegrarse de que otro viva, actué de y sienta de manera diferente y opuesta a la nuestra? Para que el amor supere con la alegría los antagonismos no debería suprimirlos, negarlos. Incluso el amor a si mismo contiene como presupuesto suyo la dualidad (o la pluralidad) indisoluble, en una sola persona.
El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien; él debe aspirar a que nunca puedan obrar mal. Seremos respetables a las naciones extranjeras, no por riquezas, que excitarán su codicia; no por el número de tropas, que en muchos años no podrán igualar las de Europa; lo seremos solamente cuando renazcan en nosotros las virtudes de un pueblo sobrio y laborioso.
Yo soy de parecer que el pobre debe contentarse con lo que hallare, y no pedir cotufas en el golfo.
¿No es triste irse a la tumba sin llegar a preguntarse por qué has nacido? ¿Quién, ante semejante pensamiento, no habría saltado de la cama, ansioso por comenzar de nuevo a descubrir el mundo y regocijarse por ser parte de él?
regocijarse en la conquista es regocijarse en el crimen
Es falso que la pretensión a una recompensa no convenga a la verdadera virtud y que ofenda su pureza; pues, por el contrario, sirve para mantenerla, dado que el hombre es demasiado débil para desear la virtud con el fin de complacerse a sí mismo.
Porque deleitarse es algo anímico, y para cada uno es placentero aquello de lo que se dice aficionado.
Nunca me he sentido más viva que cuando he visto a mis hijos deleitarse con algo; nunca más viva que cuando he visto a un gran artista hacer su arte; y nunca tan rica como cuando he conseguido un gran cheque para combatir el SIDA.