Yo admiro al hombre que puede sonreír ante los problemas, que puede sacar fuerza de la desgracia, y que en la reflexión crece en valentía. Es característico de las mentes pequeñas encogerse, pero aquél que es firme en su corazón, y cuya conciencia aprueba su conducta, persevera en sus principios hasta la muerte.
Nunca permitiré que me vuelva tan importante, sabio, reservado y poderoso, que no pueda sonreír a los demás y reírme de mí mismo.
¿Por qué quiere Microsoft regalar copias casi gratuitas a escuelas y niños?, es como regalar drogas adictivas, ya que la primera dosis es gratis pero, después de volverte dependiente, tienes que pagar.
Tengan la certeza de que todos y cada uno de los que tenemos responsabilidades institucionales levantaremos no solamente nuestra voz sino nuestra acción concreta ante cualquier signo de antisemitismo. No estamos dispuestos a regalar lo que es una tradición histórica de América Latina
En realidad, sólo existe el acto de amar, que es una actividad productiva. Implica cuidar, conocer, responder, afirmar, gozar de una persona, de un árbol, de una pintura, de una idea. Significa dar vida, aumentar su vitalidad. Es un proceso que se desarrolla y se intensifica a sí mismo
Quien por un amor muy grande (lo que finalmente es una locura) muere, renace para ya no conocer ni amor ni odio, sólo para gozar
Los filipinos no regodearse en lo que es triste y feo. Que reciclen el mal en las cosas de la belleza.
Innumerables parejas experimentan al mismo tiempo la necesidad de estrangularse y la de degustar juntos un buen cocido. En este caso, el odio y la gula llegan a una síntesis y todo queda reducido a devorar ese plato con el tedio consabido, cuya manifestación es ese silencio de familia que puede durar toda la vida hasta transformarse en una buena amistad.
Si no podéis disfrutar leyendo un libro repetidas veces, de nada sirve leerlo una sola vez
Si la simetría (...) nos ayuda a distinguir los objetos, no puede admirarnos que contribuya a hacernos disfrutar de la percepción. Porque a nuestra inteligencia le gusta percibir; no es el agua más grata a una garganta reseca que un principio de comprensión a un entendimiento confuso. La simetría esclarece, y todos sabemos cuán gustosa es la luz.