Esa deslealtad de los ayudantes de confianza es una de las cosas más desalentadoras que le puede suceder a un artista intérprete o ejecutantes.
La deslealtad lo marca a uno como siendo menos que el polvo de la tierra, y trae además el desprecio que se merece. La falta de lealtad es una de las mayores causas del fracaso de cada camino de la vida.
¡Trabajadores de mi Patria!: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile!, ¡viva el pueblo!, ¡vivan los trabajadores!
Lástima es traición a la patria.
La diferencia de la infidelidad en los dos sexo es tan real que una mujer apasionada puede perdonar una infidelidad, cosa imposible para un hombre.
En ninguna cosa la infidelidad es más innoble y repugnante que en el amor.
Somos seres de perversidad inmensa cada uno de nostros; villanos para quienes no existe más Dios que sus deseos, más leyes que los límites de su resistencia, más cuidados que sus placeres; sin principios, desenfrenados, disolutos, ateos. Indudablemente existen muy pocos excesos que no cometamos.
La vanidad puede estar unida con un bien natural, pero la envidia supone siempre perversidad en el corazón.
Preferirás la pobreza dentro de la justicia a la abundancia procurada mediante la iniquidad
Así como es imposible para Dios condenar al que conduce una buena vida y cree la verdad, así es también imposible para El salvar al que vive en la iniquidad y cree en falsedades; porque esto es igualmente contrario á Su Orden y por consiguiente contrario á Su Omnipotencia, la cual sólo puede operar con justicia, y las leyes de la justicia son verdades, que no pueden sufrir modificación alguna.
Para el orden moral, no hay nada más excitante de reprimir que la perversión que a uno le espera
La perversión del léxico político no es un vicio, es un procedimiento.
Salir, beber, el rollo de siempre, meterme mil rayas, hablar con la gente y llegar a la cama y ¡joder!... qué guarrada sin ti.