A veces uno lucha tan duro para alimentar a su familia, que se te olvida darles de comer a la inversa, es decir, con el alimento espiritual. Todo el mundo necesita que se le alimente espiritualmente.
Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio.
En la grande prueba. Humanos seres el oro cae, se derrumba, nada será en el mañana. Más valor tendrá un vegetal comestible que un dólar. Abrid los ojos y aprended a mirar. El oro rueda, se desfigura y se anulará. Será el caos, más será bien
Que el caracol es comestible y la babosa no lo es, me lo creo. Y además admiro profundamente al tipo que fue capaz de descubrirlo por primera vez.
La vida es como el amor; depara en muchas ocasiones, frutos muy amargos, durante períodos largos para quienes la saborean, y ofrece, de vez en cuando, durante un corto plazo, una frágil delícia para que no la abandonen, y sigan viviendo y amando.
Mi reinita adorada que tan deliciosamente sabe hacerme sufrir. Porque sabrás que la crueldad de tu amor es y será mi delicia más intensa.
Ante la exquisitez del idioma francés, es comprensible la atracción que ejerce la palabra merde.
Denme la tormenta y la tempestad del pensamiento y la acción, más que la calma chicha de la ignorancia y la fe.
México tiene un lugar para los extranjeros, tiene un canto extraño. Decir México es decir dulce, dulce México. La palabra México, No Argentina, no Brasil, no. Es México la palabra divina, la palabra mágica, la palabra sabia. Es su sonido y es el color que aparece en el cerebro cuando la decimos; es su aroma. México
El mundo es uno, y es una la vida. La actividad más dulce y celestial participa en alguna medida de la violencia.
Más vale maña que fuerza.
No hay mayor goce espiritual que la lectura de los antiguos clásicos: su lectura, aunque de una media hora, nos purifica, recrea, refresca, eleva y fortalece, como si se hubiese bebido en una fresca fuente que mana entre rocas.