Leer memorias es bañarte en ceniza. Y es un buen ejercicio de auto incineración.
Si mis escritos, en general, han sido útiles para mis contemporáneos, espero que estas memorias no caigan en saco rato para los que puedan venir detrás de mí, y especialmente en cuanto a la promoción de la virtud y la piedad, que, espero que yo pueda decirlo, he procurado practicar, y he tratado de inculcar a los demás