A veces la mudanza del nombre de los objetos basta para mudar los sentimientos de los hombres. Los romanos aborrecían el nombre de rey, y toleraron los de dictador y emperador.
Cualquier dictadura sería preferible a la democracia moderna. No puede existir un dictador tan incompetente que cometa más estupideces que una mayoría. La mejor dictadura sería aquella en la que rodasen muchas cabezas y el gobierno impidiese cualquier crecimiento económico.
Ningún régimen autoritario dura eternamente
¿Por qué habría de parecernos que contemplar como unos codiciosos empresarios salen enriquecidos del derrumbamiento de un Estado autoritario es mucho mejor que el propio autoritarismo?
Un estado totalitario armonizará en España el funcionamiento de todas las capacidades y energías del país, que dentro de la Unidad Nacional, el trabajo estimado como el más ineludible de los deberes será el único exponente de la voluntad popular. ** Nota: Discurso sobre el tipo de Gobierno que ejercería tras la guerra civil en el contexto de Europa y de la Reconstrucción Nacional.
En un Estado totalitario la situación es, permanentemente y en todos los campos, la misma que en los demás países domina algunos ámbitos en tiempos de guerra. Se ocultará a la gente todo lo que pueda provocar dudas acerca de la competencia del Gobierno o crear descontento.
Es bastante difícil no ser injusto con lo que uno ama.
Quiero recordarles a mis camaradas, principalmente a los más jóvenes, que hoy promedian las edades de 58 a 68 años, que aún están en aptitud física de combatir, que en caso de continuar sosteniéndose este injusto encarcelamiento y denotación de los valores básicos ameriten el deber de armarse nuevamente en defensa de las instituciones básicas de la República
Mi éxito es amable, discreto, ni presuntuoso ni avasallador
Un gran teórico resulta rara vez un gran caudillo
El que Parma o España, o cualquier soberano de Europa, se atreva a invadir las fronteras de mi reino; lo cual, si sucediera, antes que una mancha caiga sobre mi honor por mi culpa, yo misma empuñaré las armas, yo misma seré su caudillo y su juez, y sabré recompensar sus virtudes en el campo de batalla.
Núñez (ex-presidente del FC Barcelona) es pequeño, poco inteligente y bravucón. Lo suyo son siempre bravatas baratas, propias de un prepotente vacío de inteligencia. Galindo, el actor, es mucho más inteligente que él. Pero no pasa nada. Cuando vea a Núñez le doy un beso en la boca, aunque me tendré que agachar para conseguirlo
Aún hay obtusos que creen que ser anticapitalista es vivir en una cueva e ir descalzo, que ridícula es la ignorancia prepotente