Ay de las penas de un pobre viejo, De quién extremidades temblandas lo has llevado a tu puerta, De quién los días son disminuidos hasta el plazo más breve posible; Oh dar alivio, y el cielo bendiga tu tienda.
Dila -Dijo don Quijote-, y sé breve en tus razonamientos; que ninguno hay gustoso si es largo.
Sabe que escribo lentamente. Esto se debe sobre todo a que no quedo satisfecho hasta que no consigo decir todo cuanto me sea posible en unas pocas palabras, y escribir de modo conciso lleva mucho más tiempo que hacerlo en extensión.
Cuando tengas 80 años, y en un momento tranquilo de reflexión, narrando sólo para ti la versión más personal de tu historia de vida, el relato que será más conciso y significativo será la serie de elecciones que hayas hecho. Al final, somos nuestras elecciones
Hoy la mayoría de los economistas se concentran en la manipulación de dinero. Hoy el capitalismo, más que hacer colonización de nuevos países, explotaciones o grandes fábricas, está más concentrado en la manipulación de dinero. Y la prueba es que, de las transacciones monetarias que se hacen en el mundo, se dedican muchas más a operaciones especulativas que a comprar y vender mercancías.
La solución al poder concentrado es otorgarle menos poder al gobierno, no más.
Lo que nos hace llamar con el nombre de juicio final al juicio universal, es sólo nuestra concepción del tiempo; en realidad se trata de un juicio sumario
Todo curiosamente se va ajustando, serenando. Las incógnitas sombrías que se alzaron al comienzo del viaje se han ido despejando hasta llegar al escueto panorama presente.