Los sidaicos, al respirar el virus por todos los poros, son un peligro para el equilibrio de la nación. El sidaico - si quieres, utilizo este nombre, es un neologismo, no es muy bonito pero no conozco otro- es contagioso por su transpiración, su saliva y su contacto. Es una especie de leproso...
El peligro del más solitario es el amor, el amor a todo lo que vive.
Las noticias falsas son peligrosas, pero una falsa exposición de noticias correctas es todavía más peligrosa
Mi vida se centra en esto: en la búsqueda de la mayor cantidad de momentos en los que estar bien conmigo misma. De placer. De estar con los amigos, la familia, ver una buena película o una exposición de pintura. De viajar...
Vivir es asombrarse de estar en el mundo, sentirse extraño, llenarse de angustia ante la contingencia de dejar de ser, comprender la constante probabilidad de extraviarse, la necesidad de hacer amigos entre nuestros con seres, la contingencia de que sean enemigos, y estar alerta a lo genuino y a lo espurreo, a la verdad y al error.
Pese a los múltiples avances tecnológicos y científicos de la era moderna, el hecho de no poder comprobarse la vida del hombre después de la muerte, es la mayor muestra de su contingencia y de su pequeñez. Para que no se le olvide que sin dios es nada.
Lo característico de la vida actual no es la inseguridad y la crueldad, sino el desasosiego y la pobreza.
Ante el miedo e inseguridad de un enemigo poderoso, sólo aparentemente podemos sobreponernos y superar nuestro propio miedo e inseguridad.
Considero que para hacer algo en el mundo se ha de sentir amor al riesgo y a la aventura y, sobre todo, saber prescindir de eso que el pueblo y las familias burguesas llaman porvenir.
Los hombres quieren ser siempre el primer amor de una mujer. Tal es su tosca vanidad. Las mujeres tienen un instinto más sutil, ya que prefieren ser la última aventura romántica de un hombre.
La peligrosidad es intrínseca al futuro. Los más notables avances de la civilización son procesos que casi aniquilan a las sociedades en cuyo seno se producen.
Los niños no deben jugar con armas cuya peligrosidad no entiendan.
Era imponderable el desorden y desunión de aquel ejército, en todo el cual no había alguno que mandase, ni atendiese al bien común.
Si con dar un solo golpe se atajaran las consecuencias y el éxito fuera seguro..., yo me lanzaría de cabeza desde el escollo de la duda al mar de una existencia nueva.
Este libro os digo que repaséis, que él os ha de encaminar para que, como Ulises, escapéis de tanto escollo como os espera y tanto monstruo que os amenaza.