Si la libertad política y la libertad económica han sido hermanas en la historia de la libertad, es el incestuoso apareamiento de la riqueza y el poder lo que supone la amenaza más grave para nuestra democracia. Si la riqueza puede intercambiarse fácilmente por poder, la concentración de cualquiera de las dos puede doblar el potencial de corrupción de ambas.
La forma más rápida de doblar tu dinero es plegar los billetes y metértelos de nuevo en el bolsillo.
Hace treinta y cinco años el mundo abrió ojos y oídos y supo que estaba frente a un héroe. Chile debió cerrar los suyos y ha tardado en abrirlos por completo.
Y si les cuesta, que se vayan preparando, porque esta es la respuesta de los que salen de abajo, el comando de los no vamos a cerrar mas la boca
La mayor parte de los hombres, incluso en este país relativamente libre, se afanan tanto en innecesarios artificios y labores absurdamente mediocres, que no les queda tiempo para recoger los mejores frutos de la vida
La gente goza de tan poca fantasía que tiene que recoger con ansia unos de otros esos pequeños adornos de la conversación. Son como traperos o colilleros de frases hechas.
El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos.
El ceder ante uno más fuerte es conseguir el segundo puesto del valor; la victoria insoportable es la que logra uno más débil [que tú.
El que desee convertirse en conductor de hombres, debe resignarse a pasar largo tiempo por su peor enemigo.
La libertad cuesta muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio.
La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás.
Todas nuestras desgracias no están en lo poco que acabo de contarte y que son cosas pasadas. Aunque hay otras. No quisiera decirlas. ¿Para qué? Aquellos que gustarían, como tú, desposarme y que las conocieran, no avanzarían más. Vale más doblegarse ante el destino.
Son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente, pero sólo quince para sonreír.
Escoja actuar, no descansar. Escoja la verdad, no la fantasía. Escoja sonreír, no fruncir el ceño. Escoja amar, no pelear. Escoja lo mejor de la vida, y escoja la oportunidad.