Consideramos pues, a la religión de los judíos como la más inferior entre las doctrinas religiosas de los pueblos civilizados, lo cual concuerda perfectamente con el hecho de que también es la única que, en absoluto, no tiene ninguna huella de inmortalidad
El primer requisito de la inmortalidad es la muerte.
Creía acaso en la resurrección de la carne, a la manera judaica, no en la inmortalidad del alma, a la manera platónica. Las pruebas de esto pueden verse en cualquier libro de exégesis honrada
La inmortalidad no tiene sentido en cuanto son los otros la razón de nuestra existencia.
La calumnia vive hereditariamente y se establece a perpetuidad allí donde toma posesión.
Desear la inmortalidad es desear la perpetuidad de un gran error
La longevidad es la recompensa de la virtud