Ni un solo pensamiento estable había en aquel cerebro, tan voluble como la hoja delgada de una rosa que el viento desbarata. Sus ideas galopaban por países encantados en donde los árboles tienen hojas de esmeralda y frutos de oro.
... el domingo se decide si Galicia va a seguir teniendo un Gobierno estable y tranquilo o un guirigay a la Zapatera
La única ternura inalterable es la que siente el perro hacia su amo. Todavía el hijo suele irritarse contra el padre; todavía el padre suele maldecir a su hijo. Sólo el perro sufre una paliza de su amo, y llora de amor por él.
Es una ley casi invariable que los placeres más exquisitos son los que más caros se pagan.
Respetaré, y haré respetar este resultado, en consonancia con mi norma de conducta invariable como Jefe del Estado.
El estanque está revuelto. Hay olas en su superficie. Los sauces están embozados en hojas y viento. El almiar proyecta su imagen ondulante e inmutable sobre el estanque. En torno al almiar, las ranas arrastran sus vientres blancos entre la hierba.
Dios, que muestras nuestras lágrimas a nuestro conocimiento, y que, en su inmutable serenidad, nos parece que no nos tiene en cuenta, ha puesto él mismo en nosotros esta facultad de sufrir para enseñarnos a no querer hacer sufrir a otros.
Y miren... a la santa iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, que está en lo de Tepeaquilla, donde solía estar asentado el real de Gonzalo de Sandoval, cuando ganamos a México, y miren los santos milagros que ha hecho y hace de cada día...
No puede ser calificado de noble quien desconoce la voluntad del cielo, no puede estar asentado sobre una base firme quien ignora las leyes de las conveniencias («li»); no puede conocer a los hombres quien no entiende de las palabras de ellos.
El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infligimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica.
No existe error más absurdo y, no obstante, más arraigado en el corazón humano, que el de creer que los sufrimientos favorecen la salvación espiritual.
Y para acá o allá y desde aquí otra vez y vuelta a ir de vuelta y sin aliento y del principio o término del precipicio íntimo hasta el extremo o medio o resurrecto resto de éste o aquello o de lo opuesto y rueda que te roe hasta el encuentro y aquí tampoco está y desde arriba abajo y desde abajo arriba ávido asqueado por vivir entre huesos o del perpetuo estéril desencuentro a lo demás de más.
Creo que el cuento, a diferencia de la novela, la poesía y el ensayo, es el género más anquilosado, porque no ha tenido grandes renovaciones. La novela ha sido un territorio perpetuo de experimentación.
Me encontré con Helena un martes, a las tres, la hora del interminable hastío. Pero escuchar la lluvia con una mujer como Helena es un himno al viaje.
Sólo tenemos una historia. Todas las novelas, la poesía entera, están edificadas sobre la lucha interminable entre el bien y el mal que tiene lugar en nuestro interior.
El terror engendra terror, presto siempre a convertirse en contraterrorista terror: inacabable dialéctica de la violencia.
Pero al establecer el postulado de lo eterno y lo infinito, ¿no destruye lógica y matemáticamente todo lo infinito y limitado? ¿No queda todo reducido a cero? ¿Es posible una sucesión en lo eterno? ¿Es posible una superposición en lo finito?
El ideal de la gloria, de la piedad y la ternura; la suprema virtud de humanidad, todo está en este amor, siempre lejano porque es infinito de belleza y bondad.
Claro que las hormigas son distintas. Tienen una obra de ingeniería maravillosa y perdurable en la cual trabajar: el hormiguero.
Los prejuicios son lo más perdurable que existe en el espíritu humano.
Era un cuadro agradable. El cabello era rubio y levemente rizado en las sienes, los ojos grandes y reflexivos, y en conjunto una figura que resultaba incluso demasiado graciosa.
En mi primera infancia llevaba faldas y tenía el pelo largo y rizado respondió con tono de duda. Pero, ahora que lo pregunta, me parece que un día me quitaron las faldas, me pusieron pantalones y me cortaron el pelo.
Tengo solidaridad de ex presidente con Aznar, porque somos pocos, debemos apoyarnos y vamos a hacer un sindicato de ex presidentes, porque además lo de 'ex' es el único puesto vitalicio que se conserva hasta la muerte.
El deseo es como un río, conserva el mismo nombre, pero sus aguas están en constante cambio.
Es indudable que el ser libre puede significar libertad para morir de hambre... El vagabundo que carece de dinero y que vive precariamente gracias a una constante improvisación es ciertamente más libre que el soldado que cumple el servicio militar forzoso, dotado de seguridad y relativamente bienestar.
Ningún enemigo puede permanecer durante tanto tiempo como el persistente adversario de las perturbaciones mentales, que carece de principio y de fin.
A un líder lo hace la fuerza de su carácter y persistente determinación para cumplir sus sueños.
En cuanto al recuerdo de Rodolphe, había descendido a lo más recóndito de su corazón, y allí permanecía, inmóvil y solemne, como momia regia en su subterráneo. De aquel gran amor embalsamado se escapaba un efluvio que, atravesándolo todo, aromaba con su ternura el inmaculado ambiente en que quería vivir.
Y yo respiro, y ando, y caigo, y giro y vuelvo a ver los árboles sedientos y los pájaros disparados en la embriaguez de la música del viento y estoy inmóvil y absorto y maravillado de un día más en el pecho ardiendo.
El alma es el espejo de un universo indestructible
Si los oprimidos no hubieren tenido donde templar las energías y crearse un alma fuerte contemplando la tierra y sus grandes paisajes, la iniciativa y la audacia hubieran muerto ha muchos siglos. Todas las cabezas se hubieran inclinado ante unos cuantos déspotas y todas las inteligencias hubieran caído en una indestructible red de sutilezas y mentiras.
Para figurarse una situación desconocida, la imaginación toma prestados elementos conocidos y a causa de ello no se la figura. Pero la sensibilidad, aún la más física, recibe, como un reguero de pólvora, la firma original y por mucho tiempo indeleble del nuevo acontecimiento.
A dos hombres venero yo en este mundo: al labrador sufrido de mano callosa y nervuda, en la que permanecerá para siempre una real e indeleble majestad, puesto que en ella está el cetro de este mundo. Y a aquel que trabaja por las imprescindibles necesidades del espíritu; no por el pan cotidiano, sino por el pan de la verdadera vida.
Desde la película más grande a la más infame, desde la obra literaria más inolvidable al folletín del kiosco más infecto, todo va a quedar en el mismo estrato geológico de mierda que va a formar parte de la costra geológica de la Tierra. Cuando tomas esa perspectiva no te preocupan las pandemias.
Lo felicité por un eslabón más de una obra magnífica e inolvidable que es su equipo.
La barrera más inamovible de la naturaleza es la que hay entre el pensamiento de un hombre y el de otro.
La mente Universal es como un gran océano, con su superficie ondulada y alterada por las olas pero en su profundidad permanece inamovible
El requisito definitivo para la grandeza de un artista es su propia muerte.
La oscuridad devoró la agonía, y me sentí débil y agradecida porque el recuerdo había llegado al final más definitivo de todos los posibles.
El método dialéctico considera los fenómenos y sucesos de la naturaleza y de la historia, así como sus reflejos en la mente humana, en estado de movimiento constante, en un proceso continuo de cambio y de transformación, de nacimiento, desarrollo y extinción.
La vida de toda mujer, a pesar de lo que ella diga, no es más que un continuo deseo de encontrar a quien someterse.
El remordimiento crónico y en ello están acordes todos los moralistas, es un sentimiento sumamente indeseable.
Para figurarse una situación desconocida, la imaginación toma prestados elementos conocidos y a causa de ello no se la figura. Pero la sensibilidad, aún la más física, recibe, como un reguero de pólvora, la firma original y por mucho tiempo indeleble del nuevo acontecimiento.
A dos hombres venero yo en este mundo: al labrador sufrido de mano callosa y nervuda, en la que permanecerá para siempre una real e indeleble majestad, puesto que en ella está el cetro de este mundo. Y a aquel que trabaja por las imprescindibles necesidades del espíritu; no por el pan cotidiano, sino por el pan de la verdadera vida.