Sobre la superficie de una corriente rápida es imposible distinguir los reflejos, tanto próximos como lejanos; aunque el agua no sea turbia, aunque la espuma no la cubra, la constante oscilación de la corriente, el inquieto burbujear del agua hacen que los reflejos sean deformes, imprecisos, incomprensibles.
El carácter es la fuerza sorda y constante de la voluntad.
Y para acá o allá y desde aquí otra vez y vuelta a ir de vuelta y sin aliento y del principio o término del precipicio íntimo hasta el extremo o medio o resurrecto resto de éste o aquello o de lo opuesto y rueda que te roe hasta el encuentro y aquí tampoco está y desde arriba abajo y desde abajo arriba ávido asqueado por vivir entre huesos o del perpetuo estéril desencuentro a lo demás de más.
Contemplando mi obra desde mi actual perspectiva, puedo afirmar con cierto escepticismo melancólico que toda poesía es un perpetuo recomienzo de algo que no nunca está ni acabado ni saciado.
El momento dulce es permanente en la medida en que uno hace lo que quiere
No se puede tener una civilización permanente sin una buena dosis de amables vicios.
No se recuerda que ningún ser humano haya conseguido una felicidad perdurable mediante el convencimiento de que está en mejor situación que otros seres.
Los prejuicios son lo más perdurable que existe en el espíritu humano.
La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la naturaleza y antepone la cantidad numérica y su peso inerte al privilegio sempiterno de la fuerza y del poder
Estamos aquí para tornar imperecedero lo perecedero; y esto puede suceder sólo si se saben valorar ambas cosas.
Todo lo imperecedero es mera alegoría. Y los poetas mienten demasiado.
Tienen razón los escépticos cuando afirman que la historia de la humanidad es una interminable sucesión de ocasiones perdidas.
En Beirut, la incesante luz de la muerte lo ilumina todo, más intensa que el sol del Mediterráneo, más intensa que los misiles nocturnos rusos, más intensa que la sonrisa de un bebé. Una guerra interminable lo asola todo.
Pero al establecer el postulado de lo eterno y lo infinito, ¿no destruye lógica y matemáticamente todo lo infinito y limitado? ¿No queda todo reducido a cero? ¿Es posible una sucesión en lo eterno? ¿Es posible una superposición en lo finito?
El alma no tiene sentido, un ser infinito en sí no puede reconocer otro que le sea igual a su lado. Dios no puede reconocer el alma.
Nuestra raza es resistente por su linaje.