Y yo respiro, y ando, y caigo, y giro y vuelvo a ver los árboles sedientos y los pájaros disparados en la embriaguez de la música del viento y estoy inmóvil y absorto y maravillado de un día más en el pecho ardiendo.
¡No me importan los motivos económicos ni las finalidades utilitarias! Pero. ¡Oh....SI...¡ La blanca altivez de las montañas, que invaden el horizonte bajo un azul absorto y sin arrugas.
Soy un perro atónito dispuesto a morder a cualquier facha hijoputa que nos quiera joder
Ya me hundo a buscarme en un te amé que quiso ser te amo, donde se desenrolla un caracol atónito al descubrir el fondo salobre de sus ecos, y los confesonarios desenredan mis arrepentimientos mentirosos. Ya me voy con mi muerte de música a otra parte. Ya no me vivo en ti. Mi noche es alta y mía.
Y yo respiro, y ando, y caigo, y giro y vuelvo a ver los árboles sedientos y los pájaros disparados en la embriaguez de la música del viento y estoy inmóvil y absorto y maravillado de un día más en el pecho ardiendo.
Pienso que una obra de arte debería dejar perplejo al espectador, hacerle meditar sobre el sentido de la vida.
¿Qué es entonces un crítico y que aspecto manifiesta? ¡Ay amigos, la respuesta boquiabierto me dejó! Porque, lo crean o no, los críticos son solo eso: personas de carne y hueso como usted y como yo.
Algunos autores han confundido la sociedad con el gobierno, dejando poca o ninguna distinción entre ellos y no sólo son diferentes, sino que tienen diferentes orígenes. La sociedad es producida por nuestros deseos, y el gobierno de nuestra maldad.
Si alguien no queda confundido por la física cuántica, es que no la ha entendido bien.
En la vida siempre me acechan estos peligros latentes, a la espera de que tropiece y me caiga...En esta trampa no puedo desmayarme, ni morir en forma violenta; sólo puedo mirar fijamente, aturdido hacia la empalizada de la trampa por siempre.
La aflicción que es aturdido y sin habla no está de moda: la mujer de hoy está de luto por su marido en voz alta y le explica toda la historia de su muerte, que aflige tanto, que no olvida el más mínimo detalle al respecto.
La creencia religiosa exige un vasto esfuerzo de compromiso imaginativo y emocional, lo que es bastante difícil si uno todavía esta atontado por las pastillas de la noche anterior.
Creía haber visto una vez un elfo en los bosques y todavía esperaba que algún día vería más. De todas las leyendas que había oído en sus primeros años, algunos fragmentos de cuentos y relatos recordados a medias que contaban los hobbits sobre los Elfos siempre lo habían impresionado profundamente.
Sé que este es un momento triste, pero creo que Dixie (Dixie Dean) estaría impresionado de saber que puede atraer más gente ahora que el Everton en una tarde de sábado.
Pero la guerra no constituye un pasatiempo, ni una simple pasión por la osadía y el triunfo, ni el fruto de un entusiasmo sin límites; es un medio serio para alcanzar un fin serio. Todo el encanto del azar que exhibe, todos los estremecimientos de pasión, valor, imaginación y entusiasmo que acumula, son tan sólo propiedades particulares de ese medio.
El lenguaje de la verdad debe ser, sin duda alguna, simple y sin artificios.
Aquello que es estático y repetitivo es aburrido. Aquello que es dinámico y aleatorio es confuso. En el medio yace el arte
La elección de la estructura es sinónimo de la elección de la luz que da forma a ese espacio. La luz artificial es sólo un breve momento estático de la luz, es la luz de la noche y nunca puede igualar a los matices creados por las horas del día y la maravilla de las estaciones
Siempre me ha sorprendido la escasa finura de mis contemporáneos, a mí, cuya alma se retorcía de la mañana a la noche tan sólo para encontrarse.
Cuando me coloco delante de un lienzo, no sé nunca lo que voy a hacer; y yo soy el primer sorprendido de lo que sale.
Una mente que se ha embebido alguna vez del gusto por la investigación científica, y ha aprendido el hábito de aplicar fácilmente sus principios a las cosas que ocurren, tiene dentro de sí mismo una fuente inagotable de contemplación pura y emocionante
Cuando he escrito poesía y aquello me aconteció desde mi remota infancia, con frecuencia olvidé, sin saberlo, a la razón lógica en el desván de las cosas inútiles y me entregué al estremecido oleaje de la palabra, tan sólo seducido por la sorpresa del hallazgo o deslumbrado por el destello de la invención.
Los acontecimientos de que era víctima me acercaban singularmente al pensamiento del poeta y encontré acentos que hubieran deslumbrado al músico. En cuanto a él, su voz era poderosa y su alma vengativa apoyaba todas las notas, aumentando terriblemente su poder.