Cerró los ojos, ensimismado en su agónica confesión. Yo le escuchaba con más deseo de lo racional. El sentido común me decía que debería estar aterrada. En lugar de eso, me sentía aliviada al comprenderlo todo por fin.
La solución al poder concentrado es otorgarle menos poder al gobierno, no más.
Esto es lo que ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad. Una y otra vez, la riqueza y el poder se han concentrado en manos de unos pocos que consolidan y perpetúan su control a expensas de la mayoría.
Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él
Sin abandonar una postura lítica, en estos textos he querido anunciar que a pesar del desencanto en que nos ha sumergido la dirigencia, ciertos grupos de individuos seguimos apostando al recambio humano, seguimos enfrentando al monstruo depredador, creyendo en la belleza, el amor y la libertad como arquetipos posibles.
En la tierra jamás la poesía cesa: cuando, en la solitaria tarde invernal, el hielo ha labrado el silencio, en el hogar ya vibra el cántico del grillo, que aumenta sus ardores, y parece, al sumido en somnolencia dulce, la voz de la cigarra, entre colinas verdes
Bushido es la aceptación total de la vida, vivir incluso cuando ya no tenemos deseos de vivir. Esto se logra sabiendo morir en cada instante de nuestra vida, viviendo el instante, el aquí y ahora, sumido en el eterno presente, en vez de abandonar el campo de batalla cotidiano.
Estoy absolutamente cautivado por el ambiente de un naufragio. Un buque muerto es el hogar de una gran cantidad de vida: peces y plantas. La mezcla de la vida y la muerte es un misterio, incluso religioso. Existe la misma sensación de paz y el mismo estado de ánimo que el que sentimos al entrar en una catedral.
Uno no puede hablar acerca del misterio, uno debe ser cautivado por él.
La más segura señal de una naturaleza inferior es querer no parecer sorprendido de nada.
Yo no estaría sorprendido si hubiera otra causa del SIDA e incluso si el VIH no estuviera involucrado
Ya me hundo a buscarme en un te amé que quiso ser te amo, donde se desenrolla un caracol atónito al descubrir el fondo salobre de sus ecos, y los confesonarios desenredan mis arrepentimientos mentirosos. Ya me voy con mi muerte de música a otra parte. Ya no me vivo en ti. Mi noche es alta y mía.
Soy un perro atónito dispuesto a morder a cualquier facha hijoputa que nos quiera joder
¿Qué es entonces un crítico y que aspecto manifiesta? ¡Ay amigos, la respuesta boquiabierto me dejó! Porque, lo crean o no, los críticos son solo eso: personas de carne y hueso como usted y como yo.